El soldado Bradley Manning ha dicho que se arrepiente del daño que causó a EE. UU. con la filtración de miles de documentos secretos a WikiLeaks, pero su mea culpa y los ruegos de su familia probablemente no le ayuden a evitar la condena de 90 años en prisión que podría recibir la próxima semana.
La juez militar que lleva el caso, la coronel Denise Lind, comenzará a deliberar la sentencia el lunes y podría anunciar el martes la pena que impondrá al soldado y exanalista de Inteligencia en Irak por los veinte cargos de los que fue declarado culpable.
Durante una sesión de media hora el viernes, la Fiscalía decidió no presentar más testimonios, agilizando la presentación de argumentos finales el próximo lunes.
En un documento divulgado ayer (viernes) en el tribunal militar de Fort Meade (Maryland), la juez explicó su fallo del mes pasado en contra de Manning al indicar que este “sabía que los datos de Inteligencia publicados en internet estaban al alcance de Al Qaeda”.
El miércoles pasado, con la voz entrecortada, Manning ofreció disculpas por el daño que causó a EE. UU. con la filtración de esos documentos, lamentó “no poder volver atrás y cambiar la cosas”, y expresó su deseo de asistir a la universidad en el futuro y “ser una mejor persona”.
Ver en la versión impresa las páginas: 9 A