Cuando niña mi madre me mandaba a dormir con esta orden: “Ponte tu piyama”, después en otras ocasiones escuché a otras personas decir payama, pijama, etc.
Así que ante la duda busqué en el diccionario que es el primer paso cuando tenemos problemas con una palabra y pude saber que pijama viene de la voz inglesa pijamas, según el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD) es una prenda para dormir, compuesta en general de dos piezas.
Pijamas se ha adaptado al español con dos grafías: pijama y piyama. “La más frecuente en el uso de todo el ámbito hispánico es pijama, que en España se pronuncia [pijáma] y en América [piyáma]”, como podemos ver en estos ejemplos: “Se quita el pijama y se pone un camisón malva” (Melgares Anselmo [Esp. 1985]); “Se levantó, se quitó el pijama y se bañó en la regadera” (María Fábrica [Méx. 1980]).
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La grafía piyama, que refleja la pronunciación inglesa etimológica, solo se documenta en el español de América: “Me dijo que no usaba piyama, que siempre dormía desnudo” (Puig Beso [Arg. 1976]).
Lo interesante que nos aporta el DPD es que “Ambas grafías son válidas, pero cada una debe pronunciarse según la correspondencia entre grafías y sonidos propia del español; así, a pijama le corresponde la pronunciación [pijáma] y a piyama, la pronunciación [piyáma]. En español no deben usarse las formas con -s para el singular: el pijamas.
También es bueno aclarar que en España y en el Cono Suramericano, esta palabra se usa siempre en masculino, mientras que en el resto de América se usa mayoritaria o exclusivamente en femenino.
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Por último no usen formas, como pajama o payama, adaptaciones de la variante del inglés americano pajamas.