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Adolfo Acevedo. LA PRENSA/ARCHIVO

¿A quién le interesa de verdad la suerte del INSS?

Cualquier análisis mínimamente serio de los problemas fundamentales que enfrenta la viabilidad del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte del INSS encontrará que, detrás de los mismos, se encuentran factores estructurales, y factores asociados con el diseño actual del programa.

Adolfo Acevedo Vogl (*)

Cualquier análisis mínimamente serio de los problemas fundamentales que enfrenta la viabilidad del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte del INSS encontrará que, detrás de los mismos, se encuentran factores estructurales, y factores asociados con el diseño actual del programa.

Entre los factores estructurales se encuentra, en primer lugar, el hecho de que el empleo en Nicaragua es generado fundamentalmente por la propia población, en las actividades de menor productividad de nuestra economía. Se trata de que extensos estratos de la población sin acceso o con acceso muy limitado a los recursos, básicamente crean sus propios empleos para sobrevivir.

Estas personas encuentran ocupación en microunidades económicas, sin ningún o muy magro acceso a los recursos, que emplean de uno a cinco trabajadores, en calidad de i) trabajadores por cuenta propia de baja calificación ii) trabajadores familiares no remunerados y iii) asalariados y/o ayudantes de esas microunidades.

Estas microunidades generan más del 70 por ciento del empleo en el país: se trata de más de dos millones de personas, dispersas en cientos de miles de microunidades informales, imposibles de controlar y fiscalizar. El desempeño de estos empleos no requiere mucha calificación, y rinden a quienes los desempeñan ingresos muy bajos, que suelen mantenerlos bajo el umbral de la pobreza.

Dado que la productividad media de la economía es un promedio ponderado, siendo el factor de ponderación la participación de cada sector en el empleo, el elevado peso de las actividades de baja productividad en la generación de empleo presiona hacia abajo la productividad promedio, contrarrestando el aumento en la productividad de las empresas modernas, cuya participación en el empleo es muy reducida.

Mientras que en países más exitosos se observa la continuidad a lo largo del tiempo del aumento simultáneo del empleo y la productividad (el incremento sistemático de esta obedece a que los empleos generados son de creciente productividad), en nuestros países se configuran modelos de desarrollo en los que ningún país ha conseguido combinar, a largo plazo, un elevado crecimiento del empleo con el aumento sostenido de la productividad.

La salida a este problema de carácter estructural está en la modificación profunda del actual patrón de crecimiento económico extensivo, que genera predominantemente este tipo de empleos.

Se trata, como hemos insistido, de promover activamente un proceso de cambio estructural que signifique la reasignación de factores productivos —incluyendo la fuerza de trabajo— hacia nuevas actividades de cada vez mayor productividad, alto valor agregado y densidad de encadenamientos, y elevado dinamismo de la demanda.

Así, la economía absorberá la creciente fuerza de trabajo en actividades de productividad cada vez más elevada, es decir, generará principalmente empleos de cada vez mayor calidad y remuneración.

El segundo factor fundamental es el proceso de envejecimiento de la población. Todas las proyecciones apuntan a que la relación personas económicamente activas/adultos mayores se va a deteriorar con relativa rapidez, debido a la velocidad del proceso de envejecimiento en nuestros países.

En la actualidad, tenemos cerca de seis trabajadores cotizantes por cada pensionado. Pero este número se reducirá a cerca de dos debido al proceso de envejecimiento poblacional, en virtud del cual los adultos mayores se multiplicarán por un factor de siete en las próximas seis décadas, mientras las personas en edades productivas apenas se multiplicaran por 1.36.

Cuando el número de personas en edades productivas se está reduciendo con tal rapidez en relación al número de adultos mayores, la productividad debe crecer con mayor rapidez todavía, para que las personas en edad productiva puedan generar los recursos necesarios para sostenerse y a la vez atender a las necesidades del alto y creciente número de adultos mayores.

Esto nos retrotrae a la necesidad apremiante de cambiar el patrón de crecimiento económico. Para lograr que la productividad crezca a los ritmos adecuados, la economía debe generar empleos de cada vez mayor productividad.

Un tercer factor, de carácter no estructural, pero de gran importancia: los egresos por pago de pensiones han venido creciendo con mayor rapidez que los ingresos por cotización. Esto se debe, en buena medida, a que la ley establece que el INSS debe asegurar una pensión equivalente al salario mínimo a aquellos pensionados para quienes la fórmula de cálculo que determina la prestación a recibir arroja una pensión inferior a dicho salario.

Dado que el número de pensionados en esta situación corresponde a dos tercios del total, la pensión promedio en la práctica se ha indexado al salario mínimo, el cual, a su vez, ha aumentado a un ritmo mucho más rápido que el salario promedio de los cotizantes. Esto está empujando los egresos por pensión a crecer más rápido que los ingresos por cotización.

Para la viabilidad a corto y largo plazo del Programa IVM resulta fundamental desvincular la evolución de la pensión promedio de la evolución del salario mínimo.

Esto implica diferenciar dos cosas: El sistema de Seguro Social, como su nombre lo indica, es un sistema de distribución colectiva del riesgo, que incorpora criterios redistributivos y de solidaridad intergeneracional. Por su parte, la obligación de proveer una pensión mínima, como medida para evitar la pobreza de quienes no cuentan con un ingreso mínimo básico para evitar la pobreza en la vejez, corresponde al Presupuesto del Estado.

(*)Economista

[email protected]

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COMENTARIOS

  1. Rupert
    Hace 11 años

    Muy bueno el articulo. Pero realmente reciben C$3,000.00 los pensionados o jubilados.? Lo dudo. El promedio de los pensionados anda por los C$1,000.00 mensuales.

  2. pedro lopez
    Hace 11 años

    se ha dicho al cansancio, la base esta en asegurar a mucha gente que no esta,,,
    como la del Oriental,,,
    los taxistas,,,
    las empleadas domesticas,,,
    Obreros de la Construcción,, la mayoría no paga inss.
    hace ya varios años el inss se extendió hasta el campo,,,
    como los cafetales,,

    creo mas que es falta de gestión administrativa para mejorar.

  3. Nidia
    Hace 11 años

    El INSS en si, con sus ingresos cumple con sus programas, lo que no le permite es crecer, de vez encuando por ordenes del acutual y anteriores gobiernos hacen “prestamos “, que jamas pagan, esto descapiltliza a la Institucion, a demas que no puede dar cobertura a nuevos programas que benecien a la poblacion de Jubilados y Pensionados. Si esto no sucediera, el mismo trataria de ver como aumenta ingresar a cotizar a nuevos sectores y hacer Covenios de Pagos con Alcaldias que estan morosas!

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