Lucydalia Baca Castellón y Gisella Canales Ewest
De aprovecharse al máximo el potencial de las áreas del Caribe que el Gobierno delimitó para el cultivo del café robusta, en los próximos años Nicaragua podría sumar a su oferta exportable cantidades significativas de esta variedad que se utiliza para elaborar café instantáneo y mezclas, y cuya demanda mundial va en crecimiento.
Se considera que el potencial de las áreas delimitadas por el Gobierno a través del Acuerdo Ministerial 012-2013, del Ministerio Agropecuario y Forestal (Magfor), es de unas 20,000 manzanas en las que fácilmente se podría producir hasta un millón de quintales en los próximos años, asegura el presidente de MerconCoffee Group, José Antonio Baltodano.
“En la Costa Atlántica ya deben haber como 2,500 manzanas sembradas de robusta, cuya producción potencial dentro de tres años podría ser de unos 100,000 quintales, que en su mayoría serían para la exportación, ya que el consumo local para el café instantáneo es muy pequeño”, detalla Baltodano.
En el 2006 MerconCoffee Group —a través de su empresa Cisa Exportadora— introdujo el cultivo de esa variedad de café al país, y provocó con ello una ola de protestas de parte de los productores de la variedad arábica, ante el temor de que ambas variedades se mezclaran, lo que afectaría gravemente la imagen que el café nicaragüense se ha forjado en el exterior.
MUCHOS SE OPUSIERON
Los adversarios al café robusta buscaron incluso el apoyo de la Asamblea Nacional en busca de una ley que prohibiera su cultivo. En aquel momento encontraron eco en la bancada sandinista, cuyo jefe, Edwin Castro, respaldó la petición, por considerar que permitir su cultivo sería un “suicidio productivo”.
Importarán clones y semillas desde Brasil y México, que es donde se producen las mejores.
Además adelanta que “como nuestro negocio es ayudar al productor y darle asistencia técnica para comercializar el producto, con el robusta haremos lo mismo que hace Cisa Exportadora con el arábico en la zona del Pacífico”.
Aunque Mercon aún no ha definido un monto de inversión para promover el cultivo, el modelo de trabajo que trasladarán al Caribe consiste en financiar a los productores, garantizarles semilla, insumos y asistencia técnica. Apoyarlos para que obtengan certificaciones como Cafe Practices que otorga Starbucks y la UTZ de producción sostenible y otras.
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Actualmente la opinión sobre el tema sigue dividida. Algunos representantes del sector continúan opuestos. En cambio otros como el presidente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG), Álvaro Fiallos, comparten que es una “excelente opción para potenciar la economía del Atlántico”, ya que algunos de sus asociados que han entrado al proyecto de Cisa “están produciendo sin mayores problemas entre 50 y 60 quintales por manzana”, lo que significa una buena fuente de ingresos, especialmente para los productores más pequeños.
Y el partido de Gobierno cambió de opinión. En días pasados el asesor presidencial para asuntos económicos de la Presidencia, Bayardo Arce, anunció que el Gobierno promovería el cultivo del robusta en el Caribe del país, como estrategia para mejorar la productividad, generar empleo y darle valor agregado a la economía.
La semana pasada, a través del Acuerdo Ministerial del Magfor el Gobierno dio luz verde al cultivo y delimitó su producción y beneficiado en los municipios El Coral (Chontales), El Almendro (Río San Juan) y todos los municipios de las Regiones Autónomas del Atlántico Norte y Sur (RAAN) y (RAAS), excluyendo las áreas protegidas que se ubican en esas zonas.
Según la publicación hecha en La Gaceta del 19 de septiembre, el robusta es un cultivo apto para la zona del Caribe por su poca altura y tipo de suelo, y las áreas experimentales que existen en Nueva Guinea han demostrado buenos resultados. Por tanto, el cultivo es “una opción de desarrollo agroindustrial”, cuyo ordenamiento de su producción y beneficiado facilitará el desarrollo ordenado e integral, “sin afectar otras zonas productivas del país”.
CUIDANDO LA IMAGEN
El titular del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific), Orlando Solórzano, explica que el café robusta se cultivará en zonas donde no se produce el café arábico para evitar un efecto sobre la imagen de calidad del café.
“El café de Nicaragua se está exportando en base a calidad y se va a seguir exportando en base a calidad. El nuestro es un país pequeño, no somos Brasil. Para un país pequeño como el nuestro la principal oportunidad está en la calidad de café”, dijo a LA PRENSA el funcionario, quien además preside el Consejo Nacional del Café (Conacafé).
No obstante, considera que eso no evita que se puedan cultivar otros tipos de café que tienen otros usos.
GENERARÍA PROGRESO
El Acuerdo Ministerial establece además que Conacafé será el encargado de hacer cumplir las normas técnicas de comercialización que deberán cumplirse para exportar el café robusta.
Baltodano celebra la decisión gubernamental, que considera podría ser clave “para el progreso de la zona Atlántica del país”. Manifiesta además que unos 75 pequeños productores se han sumado al proyecto y en conjunto ya cultivan las 2,500 manzanas que hay por ahora.
“El proyecto ya se regó, porque cuando un negocio es bueno la gente no espera decretos para hacerlo, la gente lo comienza a hacer porque es un buen negocio y así es como trabaja la economía”, enfatiza.
El empresario José Antonio Baltodano calcula que de explotarse al máximo el potencial de las 20,000 manzanas que podrían cultivarse con la variedad robusta en el futuro el país podría exportar cerca de un millón de quintales de este café, cuya demanda en el mercado mundial crece a un promedio del 3 por ciento cada año.
“Hemos visto que la Costa Atlántica ofrece condiciones, debido al nivel de lluvia, porque este es un producto que necesita más de 1,500 milímetros de agua para crecer apropiadamente y una altura máxima de 700 metros sobre el nivel del mar, entonces la Costa Atlántica ofrece las mejores condiciones y por tanto se convierte en el mejor lugar para cultivarlo”, afirma Baltodano.
REDUCIRÁ IMPORTACIONES
Solórzano adelanta que la producción del robusta evitará que las fábricas tengan que importarlo para elaborar el café instantáneo y mezclas, reduciendo así las importaciones del país. Asimismo, afirmó que tal como indica el Acuerdo Ministerial, se exportará de manera diferenciada para evitar afectaciones a la imagen de calidad del café de altura.
“Tenemos que tener todo el cuidado de seguir manteniendo la imagen de calidad de nuestro café, que ha venido avanzando y continúa avanzando”, aseguró Solórzano.
Aunque su precio es más bajo que el de los cafés de altura, mientras el arábigo registra un rendimiento promedio nacional de 11 quintales por manzana, la productividad del robusta es de entre 50 y 60 quintales por manzana.
“Además se puede sembrar en los potreros. Si un potrero en la Costa Atlántica lo que tiene en promedio es una cabeza de ganado por manzana y tal vez el productor pequeño se gana unos 100 o 200 dólares por manzana, entonces con el robusta, produciendo entre 50 y 60 quintales por manzana ese productor puede ganar hasta 1,000 dólares por manzana”, afirma Baltodano.
Añade que otro beneficio que producirá el cultivo es que permitirá forestar la zona.
Solórzano espera que la expansión del robusta “sea favorable para la economía”.
El ministro dijo no tener precisión de qué porcentaje de la producción de café nacional en el futuro será arábica y cuánto robusta.
Se estima que para la cosecha 2013-2014 la producción de café arábico oscilaría entre 1.6 y 1.7 millones de quintales.
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