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Latinoamérica necesita cambio de mentalidad para elevar la competitividad en educación

Latinoamérica exhibe un atraso importante en cuanto a calidad educativa en todos los niveles, por lo que urge un cambio de mentalidad en las políticas y manejo del sector si quiere elevar su competitividad en un mundo cada vez más globalizado.

Panamá/ACAN-EFE

Latinoamérica exhibe un atraso importante en cuanto a calidad educativa en todos los niveles, por lo que urge un cambio de mentalidad en las políticas y manejo del sector si quiere elevar su competitividad en un mundo cada vez más globalizado.

El experto en educación superior y exfuncionario del Banco Mundial (BM) Jamil Salmi afirmó en una entrevista con Acan-Efe en Panamá que hoy en día “hay muy pocas diferencias entre los países”, y solo “el capital humano” representa una verdadera ventaja competitiva.

“No se puede hablar de competitividad económica sin hablar del talento, competencias y habilidades de la gente”, lo que está directamente relacionado con la educación, recalcó Salmi, uno de los expositores en el VII Foro de Competitividad de las Américas, que congregó esta semana en Panamá a expertos de 34 países.

En comparación con los países del sureste asiático, la zona más dinámica del mundo ahora mismo, la calidad de la educación latinoamericana está muy atrás, en todos los niveles, indicó el economista educativo marroquí, excoordinador de educación superior del BM y asesor en la materia en más de 60 países.

Argumentó que en un análisis de rendimiento de estudiantes de 15 años que realiza periódicamente la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), ningún país latinoamericano supera el promedio de los miembros de ese organismo, a diferencia de Singapur, Corea del Sur, Finlandia o China que sí lo hacen.

Para encarar el problema, sostuvo Salmi, la región necesita, además de muchos más recursos financieros, un cambio de mentalidad que permita elevar la calidad de la educación primaria y secundaria.

Ello garantizaría que los estudiantes puedan ingresar con un buen nivel de conocimientos a la universidad y salir graduados y preparados para competir.

Salmi puso como ejemplo a Finlandia y Corea del Sur, que gozan sistemas educativos muy exitosos, donde los mejores alumnos de secundarias son los que estudian docencia en la universidad y serán los profesores de primaria y secundaria.

Pero en América Latina, en la mayoría de los casos, es al revés: a Pedagogía llegan los estudiantes que no pudieron entrar en otra carrera o que tienen los peores promedios académicos, y “allí un cambio de mentalidad es necesario”, recalcó el experto marroquí.

En cuanto a la educación superior, las universidades latinoamericanas requieren “más flexibilidad y una mayor apertura a la internacionalización”, alertó.

“Hay excepciones, pero de manera general hay una falta una visión hacia el futuro”, que se observa “en un atraso en cuanto a publicaciones en otros idiomas y colaboraciones internacionales”, dijo el exfuncionario del BM.

Ahora es impensable que una universidad latinoamericana contrate a un buen rector o un buen profesor de otro país, porque “hay mucha endogamia y pocos intercambios y eso afecta el aprendizaje”, afirmó.

“Sin un cambio de mentalidad no vamos a poder romper este círculo vicioso, por lo que hay que subrayar estos vínculos estrechos entre la calidad de la educación primaria y secundaria y la calidad de la educación superior”, añadió Salmi.

El tema de la competitividad, agregó Salmi, debe ser puesto “en el centro del desarrollo, y la educación en el centro de la competitividad, algo que ha faltado en una América Latina”.

En ese sentido, en una reciente visita a Panamá, el director del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), Mario Pezzini, dijo a Efe que América Latina requiere nuevas políticas públicas en educación, y que ello pasa por una reforma tributaria que permita a los Estados obtener fondos para su financiación.

En los países de la OCDE los impuestos representan en promedio el 35 % del producto interno bruto (PIB), pero en América Latina muchos países no llegan al 13 % -14 %, explicó Pezzini.

“La dimensión de la capacidad del sector público es muy débil en la región, entonces es muy difícil asumir el proyecto educativo en esas condiciones”, dijo el directivo de la OCDE.

En el fondo, agregó Pezzini, “hay un asunto de reforma fiscal que se debe hacer, ese es el verdadero trasfondo” del problema educativo en América Latina, “y para ser competitivos se necesita educación”.

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COMENTARIOS

  1. fultp
    Hace 11 años

    Seria apropiado conocer cual es la condicion de vida familiar y profesional de los maestros en Finlandia y Corea del Sur. Me atrevo a asegurar que la profesion magisterial esta catalogada como de elevada categoria debido a que tiene excelente remuneracion y la carga pedagogica por maestro es reducida. Sucede los contrario que en america latina donde la profesion magisterial se cataloga como de baja categoria y reciben salarios de hambre.

  2. jose m. fernandez
    Hace 11 años

    Va a ser dificil,pero hay un gran motivante y se llama dinero,tienen q’ pagarle mas a los maestros,mejorar las escuelas y mejorar la calidad de vida de la poblacion en general.Gastar menos en burocracia,militarismo,y en general parar todos los gastos superfluos,sino,va a ser dificil.

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