La Habana/EFE
El Gobierno de Cuba anunció este lunes que denunciará ante la Asamblea General de la ONU el “persistente recrudecimiento” del embargo económico que aplica Estados Unidos contra la isla, cuyo impacto cifra en más de un billón de dólares en los últimos 51 años y lo califica como un “acto de genocidio”.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Abelardo Moreno, afirmó que “el bloqueo constituye una transgresión del derecho a la paz, al desarrollo y a la seguridad de un estado soberano”, al presentar este lunes a la prensa en La Habana el informe que evalúa los efectos de esa medida de EEUU contra la isla.
El informe titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba” denuncia que el daño ocasionado a la isla desde que comenzó su aplicación en 1962 asciende a 1 billón 157,327 millones de dólares.
Además sostiene en sus conclusiones que durante los últimos cinco años se ha producido un “persistente recrudecimiento”, especialmente de su “dimensión extraterritorial”.
“Durante este período, la pertinaz persecución y obstaculización de las transacciones financieras internacionales de Cuba, se ha convertido en la prioridad de la política de asfixia económica” que se mantiene contra el pueblo cubano, añade el informe que servirá de base a la resolución que se votará en la ONU el 29 de este mes.
En ese sentido, el viceministro cubano citó como ejemplo de la afectación “más notoria” la de la esfera financiera y bancaria porque “cada día hay un número mayor de bancos en el mundo que por presiones norteamericanas directas o indirectas se niegan a realizar transacciones con Cuba”.
El funcionario resaltó que uno de los elementos principales de esa política estadounidense es “su aplicación extraterritorial” porque según explicó “es un intento de bloqueo a toda transacción de Cuba”.
Asimismo señaló la creciente oposición internacional a esa política de EE.UU. que la pasada semana fue condenada por 47 altos dignatarios en el 68 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El documento divulgado este lunes refiere que en diciembre de 2012 la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de EE.UU. multó al banco HSBC, con sede en Londres, por un monto de 375 millones de dólares por realizar operaciones con Cuba.
Entre los efectos por sectores en el último ejercicio, denuncia que para el comercio exterior ascienden a 3,921,725 millones (casi cuatro mil millones de dólares), un 10% mayor que la del período anterior, y en la actividad turística sufrió daños equivalentes a unos 1,960 millones de dólares, marcados por los ingresos dejados de percibir.
En el área industrial los efectos negativos se estiman en 197,2 millones de dólares, en el transporte se estiman en 469,3 y la Aeronáutica Civil cuantifica el monto de los daños en 274.2 millones de dólares, fundamentalmente por la imposibilidad de prestar servicios a viajeros estadounidense que visitan Cuba y de adquirir tecnología punta, equipamientos y otros accesorios.
En el apartado de la Salud Pública, el Gobierno de la isla valora las afectaciones en unos 39 millones de dólares, resultado de la compra de medicamentos, reactivos, piezas para equipos, instrumental y otros insumos en mercados lejanos o a través de intermediarios lo que ha incrementado los gastos.
El director del Centro Nacional de Cardiología y Cardiocirugía Pediátricas “William Soler” de La Habana, Eugenio Selman-Housein, refirió que esa institución tiene dificultades para adquirir tecnología avanzada, de dispositivos para procedimientos como el cateterismo o de medicamentos antiarrítmicos y antibióticos de última generación.
En 2012, la resolución de condena al embargo impulsada por Cuba fue aprobada, por vigésimo primera ocasión consecutiva, con un resultado de 188 votos a favor, tres en contra (EE.UU., Israel y Palau), y las abstenciones de Micronesia e Islas Marshall.
