Martha Vásquez
Para Mónica Zalaquett, directora del Centro de Prevención de la Violencia, la Ley Integral Contra la Violencia Hacia las Mujeres o Ley 779 incide en la prevención del machismo y la violencia que este mismo genera, por lo tanto persigue un cambio social, que debe difundirse y practicarse en todos los hogares nicaragüenses.
“Si baja la masculinidad que se traduce en obligar al hombre a actuar de forma violenta y a ser promiscuo, porque sino no es hombre, bajaría la violencia intrafamiliar, la violencia de género, el uso de droga, el uso de armas de fuego y por ende la delincuencia”, dijo Zalaquett, durante un taller sobre cómo afecta a los hombres el machismo.
También refirió que la ley “va contra el machismo y no contra los hombres”, y por ello está causando ruido “porque está cambiando el orden que la sociedad creía o veía como normal”.
“La Ley 779 ahora te dice que si te gritan, te golpean, te insultan no es normal y por el hecho que dependás económicamente del agresor no quiere decir que no podás denunciarlo”, dijo.
AUMENTA USO DE ARMA
Según Zalaquett, en este año han detectado un incremento en el uso de armas; aunque no precisó cifra, consideró que es alarmante la violencia y debe frenarse, sobre todo porque se acercan las fiestas de fin de año y aunque es un asunto policial “debe competer a toda la sociedad”.
“Hemos detectado en la mayoría de los 38 barrios que atendemos en Managua y Tipitapa un incremento grande de la violencia armada, es decir hay con frecuencia balaceras. La población se queja de las balaceras y la cantidad de droga que circula”, dijo la directora del Ceprev.
También añadió que la droga ya no circula “como leche porque está cara”, sino como agua y el problema es que el fenómeno de la droga es paralelo al uso de armas. “Por el machismo los hombres mueren más en la calle”, dijo Zalaquett.
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