Otro punto es la administración de los recursos naturales. Indicó que es muy complejo para los comuneros explotar sus propios recursos, pero ven que empresas grandes sacan oro y madera con gran facilidad.
Coleman plantea que los impuestos de los recursos que se extraen deben quedar en la región para reinvertirlos en obras de infraestructura, salud o educación. Otro punto es buscar cómo controlar la venta de tierras en las comunidades indígenas que muchas veces lo hacen los mismos síndicos a espaldas de sus comunidades.
“Después de 23 años de estar en vigencia la Ley 28 observamos que las comunidades están quedando sin recursos y más pobreza. Hay que hacer un estudio muy profundo sobre esta reforma”, indicó Coleman
[/doap_box]
Ramón H. Potosme
Líderes del Caribe coinciden en que la Ley 28 o Estatuto de Autonomía de las Regiones de la Costa Atlántica de Nicaragua debe ser reformada, pero bajo un amplio proceso de consultas y no bajo los intereses del partido de gobierno. Ello ante el anuncio del FSLN que promoverá reformas a la autonomía caribeña.
El presidente del Partido Autónomo Liberal (PAL) René Margarito Bello aseguró que desde el Consejo Regional Autónomo del Atlántico Sur (Craas) ya hicieron una propuesta a la Comisión de Asuntos Étnicos de la Asamblea Nacional, pero llamó a que cualquier reforma sea consultada en las comunidades y, una vez hecha, que el parlamento haga una propuesta que luego sea validada nuevamente en las regiones con la participación de todos los sectores.
Mientras el líder del partido Myatamaran, Osorno Coleman comandante “Blass” considera que el FSLN debe explicar en qué consisten las reformas, si lo hará de manera unilateral, consensuado o de acuerdo con intereses muy partidarios o de las comunidades.
Coleman recordó que en la última reunión de excombatientes de la resistencia indígena en el 2012 plantearon al Gobierno que debían haber reformas a la Ley de Autonomía.
NO A LA MEDIDA DEL FSLN
Indicó que la Ley tal como está no llena las demandas de las comunidades indígenas y afrodescendientes, pero que no debe ser a la medida del FSLN sino consensuado a nivel comunal.
Bello indica que la propuesta que ellos hicieron a la Comisión Étnica del Parlamento contempla una reorganización de la participación de los miembros del Consejo Regional y que esta sea más representativa por grupo étnico. Esto en respuesta a la poca representación que tienen las etnias más pequeñas como los Ulwas y los Ramas.
Además plantean que se unifiquen las elecciones regionales, municipales y presidenciales, porque, según Bello, hay “demasiadas”. En cuanto a la elección de consejeros deben ser electos por territorio. De esta manera, Bello plantea dos formas de representación, una por territorio y otra por circunscripción, esta última en zonas donde la población es de mayoría mestiza.
Al respecto, Coleman plantea que deben reducirse la cantidad de consejeros de 45 a 15 por cada región, es decir, uno por cada circunscripción. Según el líder miskito, estos consejeros son inoperantes y consumen gran cantidad del presupuesto que llega a la región.
Ver en la versión impresa las páginas: 12 A