14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Día de los muertos

Veo una pintura de Francis Bacon. Rojo pastel, espatulaje recóndito de sobacos y piernas sueltas. Comparo con este día esos trazos: cuerpos tirados a la orilla de la noche que estudian una pesadumbre de vísceras.

Ezequiel D´León

Veo una pintura de Francis Bacon. Rojo pastel, espatulaje recóndito de sobacos y piernas sueltas. Comparo con este día esos trazos: cuerpos tirados a la orilla de la noche que estudian una pesadumbre de vísceras.

Caminamos en una calle sola, mientras tu sombra se dibuja en los pilares de una casa antigua. Vos, Tomás, me preguntás: “Del escombro y de la piedra ¿qué raíces vivirán?” “Ninguna”, te contesto: “Hoy es día de los muertos”. Pero insistís: “Y cuando el sol rompa ¿podremos imaginar raíces vivas?” “¡Que no!”, te digo.

Nuestra estrella próxima, la Luna, se divierte hoy haciendo llover al abrigo de las ausencias. Ese blanco neblinar de la oscuridad, ese tacto del aire que roza apenas la piel del cuerpo resintiendo el valor de su superficie, eso te dará las respuestas.

Un recorrido va y sigue bajo nuestros pasos. Roca del desierto, refugio de lagartijas. ¡Agárrate fuerte! Descendemos y escarbamos hacia el fondo. El inconsciente fabrica sus propias pesadillas: ratas, laberintos de madera, templos con hedor a carne y aguasal, un niño muerto que sueña con su madre, detestable manada de psicólogos asediándote, monigotes que danzan un silencio de años alrededor de un tío vivo, y vas y vas diseñando entonces las garras de tu rabia, esas que te quieren quitar los ángeles.

Subimos otra vez a la atmósfera de los vivos. Vemos una veleta a lo lejos. Un barco negro que atraca al viento. “Y todavía hay misterios de goteras que caen en la garganta del niño muerto”, dice Mario en una carta enferma.

Bacon, Tomás, Mario… ¿Quién convoca estas fuerzas? ¿Qué fractal del universo se complace en anochecerme entero? Un cajón resuena en tonos que danzan. Se oye venir a una multitud de chamanes, sabios en sus propias tintas. Una ronda de aquelarre estrecha su diámetro en plena calle solitaria. Un rito se complace en renacer. He aquí la fuente del agua, las raíces vivas, las pesadillas, las goteras, ¡helas aquí!

Cultura Día de los muertos archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí