César Úbeda Bravo y Josué Bravo
Costa Rica presentó ayer ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya siete estudios técnicos que pretender refutar la tesis de Nicaragua sobre el daño ecológico que habría ocasionado la construcción de la carretera paralela al río San Juan.
“Esta madrugada, vamos a tener la oportunidad de escuchar la respuesta de Nicaragua a los puntos más técnicos, pero la frase de McCaffry sigue estando vigente, una curita no puede sanar una herida de esas proporciones y la idea de las medidas cautelares no es tanto para ver al pasado sino darle efectos preventivos al futuro y evitar un daño mayor que se ve venir con toda su fuerza”, puntualizó.
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“No existen pruebas de un brusco aumento de la sedimentación del río San Juan”, aseguró este miércoles la defensa costarricense en la CIJ después de que Nicaragua presentara la víspera sus alegatos contra esta carretera que discurre paralela al río fronterizo.
El agente y embajador ante los Países Bajos, Jorge Urbina, dijo que demostraron “con propiedad” que no hay riesgos inminentes, daños irreparables o elementos de urgencia que provoquen detener los trabajos de la carretera.
No obstante, el experto en Derecho Internacional, Mauricio Herdocia Sacasa, afirmó que Nicaragua ha documentado bien el impacto ambiental al río San Juan.
“Las fotografías y vídeos mostrados tuvieron que causar una honda impresión en los magistrados de la Corte Internacional de Justicia. Es imposible negar una evidencia fotográfica y documental. Por ejemplo, el desprendimiento de material de la carretera sacadas del río por trabajadores de Marena, la forma en que se ha desmoronado parte de la margen derecha del río y ha caído prácticamente sobre el cauce”, expresó Herdocia Sacasa.
El experto agregó que las pruebas presentadas mostraron la cantidad de tierra y sedimentos entrando en el río, así como el desprendimiento de la cobertura vegetal, la vulnerabilidad de los suelos en abruptas pendientes cortadas drástica e irregularmente para la construcción de la carretera.
“Esto bastaría para mostrar la inminencia del riesgo, la gravedad de la situación y la urgencia del caso, así como el efecto irreversible que tendría si continúa el status quo hasta que la Corte falle sobre el fondo, una larga espera que terminará no antes de finales del 2014. Para entonces, el río habrá sufrido drásticos cambios en la calidad de sus aguas, flujo, contaminación y sedimentación y entorno ambiental, humano, social y económico”, consideró.
Herdocia Sacasa aseguró que Nicaragua presentó un informe muy serio del profesor Kondolf sobre los impactos continuados de la erosión derivada de la construcción de la carretera, que indica que la continuación de los trabajos en la ruta 1856 serían “devastadores” para el área directamente afectada y las aguas.
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