Roy Moncada
Un equipo periodístico del Diario La Prensa, que reporteaba una denuncia sobre el uso de las propiedades confiscadas a personas acusadas de narcotráfico, fue detenido y apresado durante varias horas por policías que custodiaban una casa en Las Colinas, Managua. Las autoridades policiales aducen que “no sabían que eran periodistas”.
Era cerca de la 01:00 p.m. cuando la periodista Martha Vásquez, quien cubre la fuente judicial, junto al fotógrafo Uriel Molina, tomaban fotos de una vivienda, propiedad de Esperanza Figueroa, mamá de Hugo Jáenz, uno de los procesados en el caso de Henry Fariñas, ya que la propietaria denunció que la Policía no se la entrega a pesar que la juez ordenó su devolución.
En esas labores estaban cuando los policías, con lujo de violencia y prepotencia, se les fueron encima, los rodearon y les quitaron sus identificaciones, equipos y teléfonos.
A Vásquez una mujer uniformada se le fue encima y por la fuerza arrebató el teléfono, la quisieron subir a una patrulla, pero la periodista se opuso alegando que no es delincuente y reclamó su derecho a informar porque incluso estaba en la vía pública y no en una área restringida, pues no había ni rótulos de paso restringido, ni vallas, ni cordón de seguridad, ya que sólo se trata de una casa incautada al narcotráfico.
Los policías armados, en posición amenazante, intimidaban al fotógrafo Molina y al conductor, a quien le quitaron llaves y documentos del vehículo.
Luego de amenazarlos, los condujeron a la estación V de la Policía de Managua, donde estuvieron retenidos por aproximadamente dos horas sin más explicación que esta: “no tener permiso para fotografiar una casa de seguridad”, aunque la casa en cuestión, de colores particulares y sin ninguna seña que la identifique como objetivo de seguridad.
Aproximadamente a las 03:30 p.m., el vocero policial comisionado mayor Fernando Borge, quien no quiso atender a nuestras llamadas telefónicas, se presentó a la estación V de Policía.
Ahí, Borge dijo que “fue detectado un vehículo sospechoso que estaba merodeando por distintos sitios, entre ellos instalaciones que son de grupos operativos de la Policía. Estaban tomando fotos. Entonces, se determinó por parte del personal de vigilancia conducirlos a la Delegación V, a como corresponde… y bueno, se está realizando una entrevista”.
Borge no precisó qué tipo de preguntas se le harían al equipo periodístico y justificó el traslado a la delegación policial y la detención de estos, aduciendo que “no sabían que eran periodistas”, pese a que Martha Vásquez y Uriel Molina se habían identificado.