Moisés Ruiz Romero
El transporte colectivo público es un derecho ciudadano y humano en beneficio de las grandes mayorías que no pueden adquirir ni mantener un vehículo particular ni transportarse siempre en taxi para trasladarse a sus centros de trabajo, de estudios, de salud, de diversión, etc.
Con las tarjetas TUC se ponen en marcha varias violaciones a los derechos ciudadanos y humanos de los usuarios del transporte colectivo de la ciudad de Managua.
1.- Exigen cédula para entregar la tarjeta TUC cuando existen miles de personas que no tienen cédula porque el orteguismo se las ha negado, porque la perdieron y no tienen para reponerla (por el robo de 300 córdobas que cobra el CSE a pesar de los millones que cada año reciben para cedulación) o porque simplemente no tienen los 16 años de edad o no tienen partida de nacimiento.
2.- Existen pocos puestos de distribución de tarjetas TUC, lo que ha obligado a los usuarios a horas de filas bajo el inclemente sol o la lluvia (a veces ambos).
3.- Si un usuario pierde su tarjeta TUC, pierde el derecho al transporte colectivo y para recuperarlo debe pagar 50 córdobas.
4.- Es una aberración que personas con dinero de curso legal no tengan derecho a usar el transporte colectivo. En todos los países con sistema de tarjeta o fichas el conductor recibirá moneda de curso legal, aunque quizá no le entregue cambio si no entrega el importe completo, pero no le niega el transporte de manera agresiva como hacen los conductores de este pésimo sistema de transporte, que es peor aún cuando el orteguismo usa todas las unidades de buses.
5.- Existen cientos de quejas de personas que refieren tener menos saldo del que pagaron. (Les robaron).
6.- Algunos usuarios refieren que cuando el validador marca rojo y se vuelve a pasar la tarjeta y marca verde se le descuenta el valor de dos pasajes. (Les robaron).
7.- El desempleo que ha provocado este gobierno hace que algunos vivos se aprovechen de los que no tienen tarjeta o saldo y cobran el doble del valor del pasaje por pasarlos con su tarjeta TUC.
8.- Las personas que vienen de los otros municipios y departamentos tienen poca o ninguna oportunidad de adquirir su tarjeta TUC o recargas.
9.- Al producir cientos de miles de tarjetas electrónicas, un sistema electrónico de carga y descarga, instalación de validadores electrónicos en cada unidad, pago de edecanes y la instalación de puestos de recarga, es inevitable que el costo del pasaje se incremente para compensar todos los gastos operativos que el sistema requiere… Alguien tiene que pagarlo. No sería raro que a como se impone el sistema de tarjeta también se imponga un incremento en la tarifa de transporte.
10.- Si las personas protestan por todos estos abusos y violaciones constitucionales y de derechos humanos, el régimen orteguista envía a sus inconfundibles turbas, con la complicidad de la Policía, para sofocar la rebelión en una demostración contundente del interés económico de que el sistema funcione.
11. Es claro de que en todo esto no hay ni media onza de beneficio para los usuarios y que el único beneficio es la amortización directa de las unidades de buses que fueron publicitadas como donaciones de países amigos (?).
¿Hasta cuándo, Dios mío, nos darás el valor y la organización a los nicaragüenses para tener un gobierno del pueblo y para el pueblo?
El autor es Cirujano General y Vicepresidente Departamental PLI-Managua.
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