Tania Sirias
Para el jurista y filósofo Alejandro Serrano Caldera existe una relación indisociable entre la ética, la filosofía y la política. En su opinión, las recientes reformas que se harán a la Carta Magna “no son pertinentes”, porque concentrarán el poder en una sola persona.
Serrano Caldera no está de acuerdo con la reelección indefinida, ya que en estas reformas constitucionales se deroga el Artículo 147, donde se establecía los dos límites de la reelección.
Serrano indicó que dicho foro es en celebración al Día Internacional de la Filosofía, que se celebra el tercer jueves de noviembre y que este año corresponde al 21 de este mes.
El filósofo informó que en lo que va del año se han realizado ocho forodebates donde se aborda la filosofía, la ética, la moral, la justicia, la legalidad y otros temas.
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“En este artículo quedaba definido que quien era presidente en ese momento, no puede ser candidato ni ocupar la presidencia en el periodo subsiguiente, solo puede hacerlo alternativamente y siempre y cuando no sea una segunda reelección”, indicó el jurista.
Luego apareció la sentencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que dio pase a la reelección del presidente inconstitucional Daniel Ortega, pero con estas reformas ahora puede ser candidato cuántas veces quiera.
PODER CIVIL Y MILITAR
Lamentó que al establecer una “indefinición en el poder”, contribuye a la concentración de este y no favorece a la alternabilidad, que es una de las condiciones de la democracia.
Otro de los puntos en que no concuerda con esta reforma, es el hecho de que militares activos tengan cargos en el Estado.
Según Serrano, se debe mantener separada la función militar de la función civil. Indicó que el poder militar debe estar subordinado al poder civil, porque de lo que se trata es establecer un equilibrio entre ciudadanos que tienen el poder de la armas y de quienes no lo poseen.
En síntesis, según Serrano Caldera, no es bueno que se mezclen estas cosas, no porque los militares no tengan la capacidad de poder desempeñar esas funciones, sino porque se debe evitar que junto al poder militar se acapare también el poder civil. Todo se reduce a limitar el poder para evitar que quien hace los nombramientos llegue a tener una influencia más allá de los términos constitucionales sobre los aparatos e instituciones militares.
LOS CALIFICATIVOS DISCRIMINAN
También calificó de “inconveniente” poner algún tipo de adjetivo a la Constitución, “por muy respetable que esta sea, aunque en el caso religioso la mayoría (de los nicaragüenses) sean cristianos”, y en el caso de socialismo, dijo que el principio que rige en la Constitución es el del pluralismo político ideológico.
“El darle una connotación ideológica establece una discriminación para las otras corrientes políticas”, aseguró Serrano Caldera.
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