Leonor Álvarez
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, quiere creer que el presidente inconstitucional, Daniel Ortega, es sincero cuando asegura que tiene la intención de dialogar con la Iglesia, según hizo ver en el encuentro del martes, cuando los miembros de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se sentaron a comer con el Ejecutivo, en ocasión de la visita del cardenal primado Nicolás López.
Baéz insistió, además, en que fue un encuentro amistoso, donde no se tocó un sólo tema de la vida nacional, “porque ese no era el objetivo”.
“Si yo les contara todas las cosas que hablamos, hasta de dónde estaba el cuerpo de Cristóbal Colón: si en Santo Domingo, en La Habana o en Sevilla”, dijo Báez para hacer ver la plática informal que sostuvieron con Ortega.
Báez, quien se encontraba esta mañana oficiando una misa de primera comunión en la iglesia de La Sierritas, detalló que al final del almuerzo Ortega se puso de pie y por iniciativa propia dirigió unas “brevísimas” palabras, dejando la promesa de que “este puede ser el inicio de unos nuevos encuentros… y que está abierto al diálogo”.
Monseñor Báez, que hasta ese momento conoció personalmente a Ortega y a su esposa Rosario Murillo, dijo que esas palabras es lo que desde hace años habían querido escuchar, aunque hayan sido en un ambiente informal.
Asimismo, el prelado manifestó que la pareja presidencial fue “gentilísima” y “amable” en un “ambiente de cordialidad”, y espera que este sea el comienzo de una serie de diálogos.
Báez dejó claro que los obispos no son enemigos del Gobierno, ni oposición política, ni tampoco adversarios, sino que sus críticas son para mejorar los procedimientos y decisiones que se toman en el país.
Aún así, Báez dijo entender que se les vea como opositores porque “en Nicaragua existe una oposición política frágil”.