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“Quiero ganar el Guante de Oro”

Tras cinco temporadas en las Grandes Ligas, el nandaimeño Everth Cabrera habla con la propiedad de un big leaguer establecido en el mejor beisbol del mundo. No abanicó ninguna pregunta, no le incomoda el asunto del castigo por su vínculo con la Clínica de Biogénesis de Miami, más bien mira hacia el futuro, en el cual visualiza un Guante de Oro.

Tras cinco temporadas en las Grandes Ligas, el nandaimeño Everth Cabrera habla con la propiedad de un big leaguer establecido en el mejor beisbol del mundo. No abanicó ninguna pregunta, no le incomoda el asunto del castigo por su vínculo con la Clínica de Biogénesis de Miami, más bien mira hacia el futuro, en el cual visualiza un Guante de Oro.

¿Cómo has sentido el recibimiento de los fanáticos desde tu arribo al país la semana anterior?

“Me han tratado muy bien, como siempre, y me ha servido de estímulo estará aquí. Yo creí que la gente me iba a tirar fuerte (por el asunto de la suspensión), pero más bien me anima. Me dicen cosas como ‘no te aguevés por eso, seguí adelante’. Igual en San Diego, sentí mucho apoyo”.

Pero en San Diego no todos te trataron así…

“Allá sentí más apoyo que rechazo. A mi esposa le decían cosas como que yo era tramposo y ella les contestaba fuerte, pero yo nunca recibí un insulto. Los niños me decían frases bonitas como ‘te queremos’, ‘vamos padres, ganémosle a Los Ángeles’ y así”.

Cuando llegaste al país hablaste de hacer obras sociales. ¿Ya tenés un plan?

“Quiero compartir con los niños y la juventud para transmitirles mi experiencia y motivarlos a que trabajen duro para llegar lejos en la vida. Voy a visitar hospitales como La Mascota y el Vélez Páiz para repartir juguetes a niños. Me gustaría visitar los hospitales más pobres del país porque me identifico más con ellos. Yo vengo de la pobreza. Me gustaría recorrer toda Nicaragua, pero no tengo el tiempo ni el dinero para eso”.

¿Ha sido el llamado al Juego de Estrellas el momento más feliz de tu carrera?

“No, porque es algo que sentía que me lo estaba ganando por mi actuación. El momento más bonito de mi vida fue un día como hoy (ayer) hace cinco años, cuando los Padres de San Diego me seleccionaron en el draft de la Regla 5 y me dijeron que me llevarían a las Grandes Ligas”.

¿Qué te dijo el mánager Bruce Bochi del porqué no te metió a jugar?

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“Él nunca habló conmigo. El coach de banca era quien me decía que me mantuviera listo y que me robara el home de ser posible. Me extrañó que comenzara jugando Troy Tulowitzki, porque tenía una costilla lesionada. Yo creí que el titular sería Jean Segura y que yo iba a tener un par de innings de acción. Hubo varias oportunidades de que me metieran como corredor emergente. Aunque sea de coach de primera me hubiera puesto, pero no pasó y me sentí frustrado, no por mí, sino por Nicaragua porque sabía que todos querían verme”.

Después cayó la suspensión. Fue otro duro golpe…

“Una gran vergüenza para mi país, los fanáticos y los niños. Les pido disculpas de nuevo. El asunto económico no me importó. Cada año, antes de viajar a los Estados Unidos, comparto mis metas con mis amigos de infancia y les había dicho que quería traer un Guante de Oro para Nicaragua y ser el máximo robador de las Grandes Ligas. Eso fue lo que más me golpeó”.

Dijiste que la sustancia ilegal que utilizaste fue para curar tu hombro. ¿De verdad te ayudó?

“Todo fue un engaño. Creo que ese fue el gancho para que la consumiera, pero después de cuatro días decidí no seguir usando eso y prueba es que nunca salí positivo en los exámenes que realizó las Grandes Ligas en la temporada, pero a todos los latinos nos suspenden de esa manera, aún sin salir positivo”.

¿Cómo te cambió la suspensión?

“Ahora veo las cosas de forma diferente. Trabajo más fuerte para buscar la gloria de la forma correcta. Si enfrenté este asunto a nivel mundial, ahora nadie me puede parar. Si no me hubieran suspendido, hubiera puesto a gozar a Nicaragua con un Guante de Oro”.

Hasta antes de la suspensión, ¿creés que vos lo merecías?

“Yo soy mi propio scout y creo que lo merecía. Yo no necesito para saltar, para hacer jugadas espectaculares, hago las cosas más simples y naturales”.

¿En qué lugar te colocás entre los torpederos de la liga?

“En defensa de número uno y en bateo en donde me quieran poner. En la defensiva no solo se trata de agarrar la pelota, también de tomar decisiones en las jugadas, el instinto, el sexto sentido en el juego, siempre he presentido cosas y se las dejó saber al mánager, y salen bien”.

Si fallas en el 2014, van a decir que te fue bien en el 2013 porque consumías algo indebido. ¿Te pone presión eso?

“A esta altura no me asusta nada. Me quebré las dos manos, se me desencajó el hombro, me rompí un tobillo y me suspendieron 50 juegos. Soy un guerrero y no me da miedo nada. Yo juego duro a la pelota y que pase lo que Dios quiera”.

¿En qué te enfocarás en mejorar más la próxima temporada?

“Estoy trabajando fuerte en mis piernas. Voy a tocar mucho la pelota para conseguir más infieldhits y sacar más provecho a mi velocidad”.

¿Cuál es tu meta en el 2014?

“Mantenerme saludable y quiero ganar el Guante de Oro para Nicaragua”.

Deportes Everth Cabrera Grandes Ligas guante de Oro archivo

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