(Un tributo a Nelson Mandela)
Fue tu discurso y acción
Del pianista que acaricia
Teclados de pianoforte,
De ébano y de marfil.
¡Oh Capitán de tu alma!
Incólume burló tu espíritu
La rigidez de las rejas,
El inclemente ostracismo.
¡Veintisiete, las añadas!
Mas te dieron resistencia,
El color de gris plateado,
Tu hierro y magnetismo.
Y de púgil fue tu cuerpo,
Gladiador de mente apta.
Llevaste a su propia gloria
Nociones, razones, ideales.
¡Convergentes preferencias!
El rugby, tus carceleros.
Las camisetas “Springbok”
Hoy son también de tu raza.
Tamaños de talla única;
Un planetario uniforme.
Fue la gloria de tu triunfo,
La agonía de apartheid.
Tus símbolos, tus ejemplos,
Tu condición de “Invictus”.
Lo que en el mundo forjó
Tu enorme voluntad
De tu voz, el suave estruendo.
Tu profunda, afectiva mirada,
La revolución de tu paz,
La imposición de tus sueños.
Hoy, tu partir de esta tierra
Solo te abre más puertas,
Páginas frescas de historia,
La trascendencia del tiempo.
Ver en la versión impresa las páginas: 6 B