ACAN-EFE
Nicaragua es uno de los 23 países del mundo, y uno de los doce de Latinoamérica y el Caribe, que mantienen lazos diplomáticos con Taiwán y no con China. “Taiwán es el que nos ha brindado una asistencia completamente, como se dice, desinteresada”, dijo el embajador nicaragüense en Taipei, William Tapia.
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Usando una conocida frase en inglés: “What Lola wants, Lola gets” (lo que Lola quiere, Lola consigue), el embajador nicaragüense en Taipei, William Tapia, definió los lazos y cooperación entre Nicaragua y Taiwán que se han mantenido pese a una promesa del gobernante sandinista, Daniel Ortega, de restablecer las relaciones con China.
“Nicaragua es la niña de los ojos de Taiwán y que todo lo que Nicaragua…, así como se dice en inglés: “What Lola wants, Lola gets” (lo que Lola quiere, Lola consigue), entonces eso es lo que pasa”, explicó a Acan-Efe el embajador nicaragüense.
Para el diplomático atrás quedó la promesa del presidente Ortega de restablecer relaciones diplomáticas con China si retornaba al poder.
Casi siete años han pasado desde que Ortega regresó al poder y Nicaragua continúa manteniendo relaciones diplomáticas con Taiwán y no con China, con quien la mantuvo durante el primer régimen sandinista (1979-1990).
“Mire hermano, esas son cosas ya del pasado. Estamos mirando al futuro. Estamos viendo como levantar una nueva Nicaragua”, justificó Tapia.
El canciller de Taiwán, David Lin, visitó la semana pasada por cuatro días Nicaragua y destacó las “relaciones estrechas” con el Gobierno que preside Ortega, a quien le agradeció por el apoyo internacional que le ha dado a la isla.
Actualmente, Taiwán financia en Nicaragua 27 proyectos en áreas de producción de alimentos, cultivos de frutales y cría de cerdos de calidad superior, entre otros, por valor de entre 30 y 50 millones de dólares, según el Gobierno nicaragüense.
Taiwán también ha otorgado fondos a Nicaragua para programas sociales como el llamado Hambre Cero, con el que se pretende sacar de la pobreza a 75,000 familias en un período de cinco años y que es considerado el proyecto insignia del actual Gobierno sandinista.
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