Jorge Toledo Aguilar
Consummatum est: locución latina que significa literalmente “todo se acabó”, “todo se ha cumplido”. “Todo se ha consumado” y según la Vulgata Latina son las últimas palabras que el Hombre de Nazaret, el Cristo, del hebreo, mashiach,”el Mesías”, que llega a nuestra lengua como “ungido de Dios”, exclamó antes de morir en la cruz.
Arrogándose la representación de más de seiscientos mil afiliados, los Jinetes del Apocalipsis —INSS, Cosep, Sindicatos Oficialistas y Gobierno— se coludieron para “consensuar” y enredar de tal forma la solución al problema del sistema de pensiones que hoy no sabemos si se hará por decreto administrativo o con una reforma a la Ley Orgánica que enviarán con carácter de urgencia a la Asamblea Nacional.
A los jinetes no les interesó negociar la salida del INSS de la influencia del Ejecutivo y cambiar la forma de elegir y nombrar a los miembros del Consejo Directivo y su presidente, desaprovechando la oportunidad que el Instituto sea administrado por sus verdaderos dueños, los empresarios y trabajadores, y que sean estos los que tengan el máximo de miembros del Consejo y sean los cinco miembros de un Comité de Auditoría que controle los ingresos y gastos del INSS que representan el 15 por ciento del presupuesto general de la República y que se manejan sin ningún control administrativo, financiero ni contable.
El pago del adeudo estatal debe fundarse en que se inicie la cancelación de la factura corriente de enero 2014, sin atrasarse por ningún motivo. El saldo desde 1957 a diciembre de 2013 deberá negociarse a un plazo entre treinta y cincuenta años con la tasa de interés promedio que generan las inversiones del INSS, cargándose intereses moratorios, multas y recargos, dándole mantenimiento de valor al adeudo y, si no aceptan, deberá aumentarse la tasa de interés con el porcentaje del deslizamiento de la moneda con respecto al dólar USA. Esta deuda deberá registrarse en el INSS como cuenta por cobrar a largo plazo, identificarla de otras cuentas que el Estado tiene con el Instituto y en el Ministerio de Hacienda como Deuda Pública, a fin de evitar la suspensión de los pagos.
Tal como lo expresó un periodista metido a asesor económico de la presidencia, estado e INSS no tienen personal capacitado para conciliar la deuda, les ofrezco un equipo de tres profesionales altamente profesionales para que en tiempo prudencial entreguen datos necesarios pidiendo únicamente suficiente autoridad e independencia para revisar registros contables del INSS sin limitaciones de ningún tipo ni interferencias de nadie.
Los Jinetes del Apocalipsis aseguran que los trabajadores deben estar seguros de que no habrá cambios ni en la edad de jubilación ni en el número de semanas cotizadas y que deben recordar que el sector empresarial asumió el aumento paulatino de la cuota patronal. Quieren vender el cuento de la lechera que los sacrificados empresarios y el Estado asumirán la carga. Hay que leer con lupa la forma en que liquidarán las pensiones, cuál será la pensión mínima, si sobre el salario mínimo industrial o el mínimo promedio y la forma de establecer la pensión base.
Ojo, pestaña y ceja con los trucos y las trampas de ese reglamento.
Que el Gran Arquitecto del Universo permita que seamos la excepción de la frase lapidaria de Carlos Marx: “La peor pesadilla de cualquier sociedad es que los idiotas e ignorantes lleguen al poder”. El autor fue auditor general del Banco Central de Nicaragua y consultor de la Superintendencia de Pensiones
