Tammy Zoad Mendoza M.
El Mercado Oriental está listo para la estampida de compradores en enero. Mientras, un pequeño grupo de compradores avanza sigiloso preguntando cuánto cuesta esto y aquello. Los padres de familia deben sumar de 10 a 20 córdobas al costo de cada artículo y reajustar su presupuesto por el aumento anual de los productos.
Maniquíes uniformados, calcetas blancas y caladas cuelgan en los tramos desde la entrada, y los zapatos negros relucen en los estantes. “Este año todo está más caro”, se queja Karen Rivera, quien asume el costo total de los útiles de su hijo que este año cursará cuarto grado. Llega con mil córdobas en la primera de varias visitas a este mercado. Sale con un pantalón, una camisa, calcetas, una mochila y “sencillo” restante de sus compras.
“Si en la mayoría de colegios públicos o subvencionados no se paga o se paga poco en concepto de matrícula, los padres deben enfocarse en las necesidades básicas del estudiante”, señala.
Iniciar el año con un conjunto nuevo de uniforme y reutilizar parte de las piezas del año anterior es una práctica común, dada la situación económica de muchas familias.
Consultar varios proveedores y pedir rebajas una buena manera de obtener buenos precios.
Los precios varían en cada mercado, en el Iván Montenegro y Roberto Huembes los productos son más caros, pero hay mayor comodidad y seguridad al hacer sus compras. El Oriental tiene más variedad de productos, calidad en los mismos y precios, aunque puede resultar caótico e inseguro.
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“Aprovecho para venir con el dinero que guardé del aguinaldo, pero tengo que volver por los cuadernos y los materiales que piden”, comenta Rivera. Más de tres mil córdobas podría ser su presupuesto final de gastos esta temporada. Eso es casi la mitad del salario promedio nacional según el Banco Central de Nicaragua, que hasta septiembre 2013 se calculaba en 7,639 córdobas. Aunque un buen porcentaje de la población recibe ingresos por debajo de esta cifra: 2,566 y 5,799 córdobas son los extremos del salario mínimo vigente desde septiembre del año pasado en diferentes sectores de actividad.
“AL QUE MADRUGA…”
Arrancando el año los comerciantes dispusieron sus productos escolares a la espera de compradores, pero el movimiento del comercio aún está desperezándose. “Hemos vendido algo, pero las ventas se agitan después del 15”, comenta Bismarck Orozco, propietario de un negocio de mochilas.
Para él los precios en general se mantienen, aunque con el ingreso de nuevos estilos de este producto lo normal es que ajusten los precios sumando entre 10 y 50 para obtener ganancias. “Estos días hacemos buenos descuentos para estimular a los que andan cotizando o empezando sus compras. Después del 15 se disparan las ventas y hasta entonces empezamos a recuperar la inversión”, reconoce.
Alicia Hernández, madre de cuatro niños, llegó con parte de su fondo familiar a comprar uniformes y parte de los cuadernos. Tres mil córdobas es su gasto del primer día. Le faltan al menos dos visitas.
Oferta y demanda, de eso se trata. Para Cirilo Otero, especialista en temas sociales y económicos, aprovechando la naturaleza del mercado se debe comprar en el tiempo previo al mayor flujo de demanda.
“Eso te da oportunidad de obtener rebajas o precios preferenciales. Del 2 al 20 de enero yo veo la posibilidad de que los padres encuentren precios más bajos o promociones que resulten verdaderamente provechosas. El vendedor en este periodo está en la búsqueda de colocar sus productos para no quedarse con ellos, porque se trata de un producto de época”, explica.
Aunque aclara que esto solo es posible cuando las familias se han preparado previamente con ahorros para enfrentar este gasto obligatorio, de lo contrario tendrá que sumarse a la ola de compradores que abarrotan los mercados en la semana previa al inicio del periodo escolar.
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