La noticia causó sorpresa. Durante del rezo del ángelus dominical en la Plaza de San Pedro, en Roma, el papa Francisco anunció al mundo los nombres de quienes serán los nuevos cardenales para la iglesia Católica. Dentro de estos, monseñor Leopoldo José Brenes, arzobispo de la arquidiócesis de Managua.
“Estoy tan feliz que no tengo cómo agradecerle a mi buen Dios y a nuestra Madre, la Virgen Santísima. Esta noticia me tomó por sorpresa y me va a impulsar para salir adelante, servir a Dios, a mi pueblo y a su Iglesia”, comentó hace pocos minutos en su casa de habitación monseñor Brenes.
En un ambiente de alegría y celebración, el ahora cardenal electo, agradeció las muestras de cariño de los feligreses, quienes según él, lo han llamado desde tempranas horas para felicitarlo.
“Mi teléfono no ha dejado de sonar. Pido oraciones para que Dios me dé la fuerza y alegría para seguir guiando a sus ovejas”, expresó Brenes.
Un regalo para la Iglesia
“Monseñor Brenes se convierte en elector de un nuevo papa. Ha sido como un reconocimiento a esa iglesia madura en Nicaragua. Es un regalo para esta Iglesia en su centenario. La figura de un cardenal es importante en la iglesia universal. Siguen siendo de vital importancia en la Iglesia”, explica el sacerdote Víctor Morales Noguera, secretario adjunto del departamento de Comunicación de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
Fidelidad absoluta
Durante la eucaristía que celebra monseñor Brenes en estos momentos en Catedral Metropolitana, monseñor Silvio Baéz, obispo auxiliar de Managua le manifestó “fidelidad absoluta a su nuevo cargo”, así como se lo manifestó cuando llegó a Nicaragua procedente de Roma para ejercer su labor pastoral.
Entre el 20 y 23 de febrero monseñor Brenes viajará a Roma para participar en el Sínodo de los obispos.