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Fernando Bárcenas

Palos de ciego

El dicho popular “dar palos de ciego” describe a quien se orienta en la vida, aporreando y tropezando. Se refiere a quien improvisa en todo, sin plan, sin conocimiento ni teoría alguna. Que adelanta por un camino sin que sepa por dónde va, y retrocede, sin que tampoco sepa por qué. Alguien que deambula del timbo al tambo, sin gobierno sobre sí mismo.

El desorden económico y social del país es el resultado de un poder absoluto, sin que el tirano tenga preparación ni eficacia alguna. Es un síntoma visible de una dictadura corrupta, que conduce la nación a la anarquía, y al retroceso en la productividad, esta vez, por la subcultura degenerativa del saqueo.

Es lo que hace Ortega. Lucubra proyectos nimios y proyectos altisonantes, sin estrategia ni plan alguno, en ambos casos. Y los proyectos, nimios y monumentales, nunca inician (como es sabido), y se desvanecen en la sombra sin que se sepa por qué.

Palos de ciego, también, son los que da quien, con los ojos vendados, intenta quebrar la piñata. De modo que Ortega, tomándole el gusto a la rebatiña, continúa dándole palos de ciego al país entero, sin la venda en los ojos.

Ortega demostró, en junio pasado, que el INSS no tenía plata para la pensión reducida de los ancianos. Indujo a los empleados públicos a salir a las calles, en manifestación de apoyo a la paliza y al robo que sus fuerzas de choque hicieron el 22 de junio en el campamento rebelde de los ancianos. Y el 19 de julio, sin una lógica actuarial, concedió la pensión “imposible” para las finanzas del INSS. Su evidente contradicción, es poco precio a fin de evitarse una impopularidad mayor por el ataque paramilitar (el cual, arrastró al desprestigio cómplice a la Policía, que aún guarda un grave silencio sobre la acción delictuosa que ocurrió bajo su amparo).

Ortega decreta unas reformas constitucionales insólitas, con fundamento en ideas exóticas, de veneración panteísta. Donde mezcla lo jurídico con lo esotérico, con una pobre ideología. Y retrocede en aquellos principios orteguistas que le suscitan fuertes críticas religiosas. Introduce, entonces, giros más nebulosos respecto a lo sobrenatural, en las grietas de la Constitución reformada, que ahora cae a pedazos.

Ortega induce a dragar el río San Juan, artesanalmente, con dragas hechizas de mínima capacidad, sin que se sepa para qué es el dragado, cuál sería la magnitud del mismo (respecto al aporte de sedimentos al río), el tiempo de ejecución de la obra, ni el sitio en el cual debe efectuarse el dragado. De modo, que irresponsablemente viola, a tontas y a locas, las medidas cautelares de la CIJ en la zona de Harbour Head.

El 4 de enero, por medio de la Autoridad para la Comisión del Canal, anuncia que el proyecto del Canal Interoceánico se atrasará un año. Y, tres días después, el 7 de enero, obliga a la misma autoridad del Canal a desmentir su anuncio anterior, sin que se sepa por qué. Ahora, confirma que el proyecto se desarrolla en el tiempo previsto.

Para ahorrar energía eléctrica Ortega decreta, el pasado lunes 6 de enero, que se restablezca la reducción del horario laboral de los empleados públicos, de 8:00 a.m. a 1:00 p.m. (que se mantuvo por seis años, de 2007 a marzo de 2013). Sin embargo, la tarde del mismo lunes decreta que anula la reducción laboral recién restablecida.

El salario de los empleados públicos es, aproximadamente, 40 millones de dólares mensuales, y la factura eléctrica del Estado, posiblemente, es de nueve millones de dólares. Hay un desprecio, de parte de Ortega, por el valor del trabajo profesional de los empleados públicos. Para Ortega, la mitad de la jornada laboral de 170 mil empleados públicos (por la cual se pagarían 20 millones de dólares en salarios, sin una contrapartida laboral) no genera, siquiera, un valor equivalente a 1.6 millones de dólares (que correspondería al máximo ahorro previsto, de 17 por ciento en la factura eléctrica, por efecto de reducir el horario de trabajo).

¡Este dictador, desorientado e incapaz, no valora el trabajo estatal desperdiciado…, ni el efecto en la marcha del país! Posiblemente, necesita ver a los empleados públicos en las calles, vestidos de turbas divinas, dando vueltas como un hámster que gira en la rueda sin fin.  

El autor es ingeniero eléctrico.

Opinión ciego Palos archivo

COMENTARIOS

  1. HISTORIETAS
    Hace 10 años

    Las historietas de este desgobierno ni si quiera los nietos de Ortega pueden creerlo, va iniciar en el 2015 la construcción de una obra que ni si quiera saben si es viable, ELLOS dijeron que se puede, pero el estudio, la prueba no lo dice, solo por mencionar uno de los problemas ambientales.analizando la como funciona la cuenca del rama, la diferencia de altura desde su desembocadura hasta las montañas del Dpto de Chontales…ese cuento esta bueno para una caricatura, del recuerdo del FSLN…

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