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Caja de recuerdos

No, no está en la gaveta; tampoco en el tocador. Llevo tres días buscándola y aún no la encuentro. Es como si se escondiera de mí. ¡Aquí está! ¡Al fin! La encontré. No puedo creerlo. Esta caja, una vieja caja de galletas, contiene la historia, las pasiones, los recuerdos, sentimientos de una familia. Contiene personas, ideas, generaciones. Contiene a mi familia. Es una buena manera de recordarlos y, para no entristecerme, busco la alegría en fotos, cartas, trozos de periódicos que me traen olores y sazones de una época pasada. Una época que dejó atrás este mundo. Un mundo gigante en comparación con mi cajita de galletas, pero ambos son igual de importantes para mí.

Ana Giroud

No, no está en la gaveta; tampoco en el tocador. Llevo tres días buscándola y aún no la encuentro. Es como si se escondiera de mí. ¡Aquí está! ¡Al fin! La encontré. No puedo creerlo. Esta caja, una vieja caja de galletas, contiene la historia, las pasiones, los recuerdos, sentimientos de una familia. Contiene personas, ideas, generaciones. Contiene a mi familia. Es una buena manera de recordarlos y, para no entristecerme, busco la alegría en fotos, cartas, trozos de periódicos que me traen olores y sazones de una época pasada. Una época que dejó atrás este mundo. Un mundo gigante en comparación con mi cajita de galletas, pero ambos son igual de importantes para mí.

Este mundo en el que vivimos, soñamos, el que nos roba cada minuto de la vida, sin devolverlo después. Tiene tantas cosas buenas, como malas. Muchas veces olvidamos un almuerzo familiar, pensando en que este mundo opina que matar un toro es arte, y a un indefenso ciervo es deporte, pero sin nunca entenderlo del todo. Nos tomamos en serio bromas, olvidamos la alegría, la sencillez de algunas cosas, las buenas vibras, sentimientos puros. Pero ¿por qué? Por una pequeña muestra, una insignificante muestra de crueldad, de odio, de rabia, de algo que al final no importa.

Nos parece que somos unos extraños, pero si hemos vivido así siempre no lo somos tanto, por eso debemos cambiar. En este mundo todos somos unos extraños, raros, diferentes unos a otros. Eso nos separa, pero nos une que somos completamente iguales. Vemos las diferencias, vemos el dolor, nos jactamos de este. Y no vemos la belleza en el vuelo de una mariposa, en un gesto. Ya ni somos capaces de hablar de lo que pensamos o sentimos.

Este pequeño mundo, mi mundo en miniatura. Es mi refugio, donde me animo a demostrarle al mundo mis ideas. El mundo y mi cajita de recuerdos tienen sus similitudes, ambos tienen infinitas emociones calladas, recuerdos, ideas mezcladas, donde se avista una carta de amor de la tía Clarisa cuando tenía quince que escribía, como despedida, a su enamorado. También me sonríe pícaramente desde un recorte de periódico un señor con bufanda y anteojos al lado de un avión a punto de viajar a quién sabe dónde. La foto del tío Ernesto y sus hijas. Se ve tan vieja y amarillenta. Esta foto fue tomada en un momento en el que él era feliz. Una época en la que mi querido tío sonreía a menudo, sin razón aparente. Pero, eso pasó hace tiempo y ahora vive solo en el recuerdo, pareciéndole a quien recuerda esos episodios como parte de otra vida. Mi tío, de quien heredé este mundo, ahora está solo. Está en un hospital apreciando los atardeceres, pensando cada día en todo y en nada, recordando los años felices pasados al lado de su mujer e hijas. Sonriendo con esfuerzo, pero mostrando todo un ánimo que no tiene, para que yo, cuando lo visito en las tardes calurosas, no piense que está triste. Pero sus ojos no me mienten, aún así tiene una sonrisa acompañada de historias de la familia y recuerdos vagos, firmes de personas olvidadas que deben ser recordadas siempre, historias de una época pasada, una época en la que un adiós se sentía más que un hola.

Cultura literatura Poesía archivo

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COMENTARIOS

  1. Aracné Mendoza Cuevas
    Hace 10 años

    Muy bonito cuento, me gustaría mucho saber algo sobre esa escritora, nunca he oido hablar de ella y su escrito me llegó muy adentro, porque tambien cuento con una caja de recuerdos con las memorias familiares, Felicidades a ustedes y a la escritora, ojala pronto podamos leer algo más de ella. Aracné

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