Hay momentos en nuestra vida que sentimos que todo lo hacemos mal. Dejar que nuestra autoestima se venga abajo por las malas circunstancias que nos rodean puede ser muy perjudicial para uno y nuestra salud.
La autoestima es el sentimiento valorativo que tenemos de nuestro físico, nuestra personalidad, nuestro ser. Es decir, la imagen que nosotros apreciamos sobre nuestra misma persona.
Si eres de las que cree que este es un aspecto poco importante de nuestra personalidad, te equivocas.
VOZ EXPERTA
Los especialistas explican que tener una autoestima positiva potencia la capacidad para desarrollar habilidades y hace aumentar la seguridad en vos mismo.
Por el contrario, tener una autoestima baja puede enfocar a la persona al fracaso, llegándose a desencadenar, en algunos casos, episodios de depresión y ansiedad.
El problema de la autoestima es algo que está en nuestras manos solucionar. Solo tenemos que aprender a querernos y respetarnos a nosotros mismos para que podamos proyectar esa imagen hacia los demás.
Muchas son las maneras en que se puede manifestar una baja autoestima. Pero, en general, existen una serie de síntomas o signos que pueden servirte de guía. Si sos de las personas que se somete a una dura autocrítica, entonces eres muy sensible a las críticas de los demás. Si eres una persona totalmente indecisa porque no confías en tu propio criterio para elegir. Si no hacer las cosas perfectas supone un trauma en tu vida, o si estás irritable y muy a la defensiva con la gente que te rodea, tal vez es que tienes un desajuste con tu imagen. Por el contrario, si eres una persona segura de sí misma, que no se lamenta por el pasado ni le preocupa en exceso el futuro y te ves igual a los demás y sabes disfrutar de las cosas sencillas del día a día como tu trabajo o tus amigos, entonces tienes una buena autoestima que te permite vivir sin envidias ni competitividad hacia los demás, sin darle mayor importancia a cosas que escapan a tu voluntad. Si sos de los que pertenece al primer caso, es hora de que empieces a valorarte, para que pronto puedas llegar a estar entre las personas que se sienten a gusto consigo mismo.
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