Tania Sirias
En Managua, la capital de Nicaragua, a diario hay pequeñas protestas. Es normal ver a personas con mantas y cartulinas protestando por una pensión mínima, el mal servicio del transporte público, por las alzas en los servicios básicos y por los abusos del Gobierno. Entonces, “sí existe oposición”, afirma el jurista José Pallais, sin embargo no existe un líder que se ponga al frente de los problemas más sentidos de la población.
“Lo que puedo decir es que en este momento no existe oposición. Lamentablemente existe división en las fuerzas liberales, sumado a la arrogancia de líderes. También estamos las organizaciones civiles a las que les hace falta ser más humildes y bajarnos al nivel del pueblo, pero lo que esperamos es que el pueblo se nos una”, sostuvo Matamoros.
Matamoros afirmó que las bases del Partido Liberal Independiente (PLI) también han demostrado decepción en la forma en que los líderes y dirigentes están conduciendo a este partido.
“Estamos ante un fenómeno nuevo, aglutinador, un proceso dinámico que está apenas iniciando”, advirtió Matamoros.
[/doap_box][doap_box title=”Todos somos opositores” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
“No es hacer oposición por hacer oposición. Lo que debemos hacer también es protestas y contrapropuestas. La oposición son instituciones u organizaciones. Lo que debemos entender es que todos los que estamos en contra del régimen de turno, en este caso de Daniel Ortega, deberíamos ser opositores”, manifestó Montealegre. En la opinión de Tünnermann, el PLI debería ir más allá de la oposición parlamentaria. “A ellos les hace falta una estrategia beligerante, presencia en las calles, pero también que realicen acciones en el parlamento a través de leyes que defiendan al pueblo y que sean bien argumentadas”, indicó el analista político.
[/doap_box]
Pallais lamentó que los partidos estén fraccionados y la imagen de los políticos esté deteriorada. Pese a eso, la población pone sus carteles, paraliza una calle transitada y en algunas ocasiones hacen manifestaciones en instituciones del Estado.
El analista político Carlos Tünnermann Bernheim se define en la acera de la oposición. Su lucha empezó con la dictadura somocista cuando integraba el Grupo de los 12, el cual era conformado por escritores, empresarios, líderes religiosos, médicos dentales y juristas. En su opinión, los únicos que hacen oposición al Gobierno en este momento son las organizaciones civiles.
Además considera que es necesario hacer oposición cuando el Gobierno no respeta las leyes del país, cuando se malversan los fondos del Estado y sobre todo cuando se está en peligro la democracia en el país.
PARTIDOS EN RENOVACIÓN
Tünnermann afirmó que las encuestas que publica el Gobierno no reflejan la realidad de lo que piensa el pueblo nicaragüense. “El régimen de (Daniel) Ortega tiene un alto grado de repudio en el pueblo, a pesar de los programas sociales que son más bien paternalistas y clientelistas”.
Agregó que muchos partidos no han podido desligarse de la mala imagen de sus dirigentes y uno de estos es el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), al frente de la figura del expresidente Arnoldo Alemán. Sin embargo, reconoció que en las bases liberales sí hay oposición, ya que eso lo han comprobado en las actividades que realiza el Movimiento Unidad por la República en los departamentos y municipios del país.
Pallais indicó que la oposición está pasando por una etapa de renovación y de cambio. Está pasando de la Asamblea a la calle, de los partidos a movimientos políticos y organismos de la sociedad civil. “Actualmente hay un liderazgo agotado y repudiado por la población, sin embargo, hay expectativas del surgimiento de un nuevo líder”.
Edgardo Matamoros, del Movimiento Unidad con Dignidad, se considera crítico de los partidos de oposición y lamenta que el político tradicional se ha acomodado a las prebendas, razón por la cual los ciudadanos han buscado nuevas organizaciones políticas que ofrezcan una nueva alternativa para el país.
“Muchos partidos han dejado de ser oposición y eso se viene dando desde 2008, cuando nos pidieron hacer oposición desde adentro pero eso no se vio. Fue lamentable ver cómo concejales y luego diputados en 2011 se acreditaron ante el Consejo Supremo Electoral (CSE), a pesar que todo mundo sabía que el Frente Sandinista se había robado las elecciones”, dijo Matamoros.
Matamoros coincidió con Pallais al decir que se está marcando un nuevo estilo de hacer política y de hacer oposición. “La sociedad civil es parte de esta nueva realidad y ese nuevo agrupamiento proviene de los partidos políticos, de miembros que no están de acuerdo con la conducción de esta organización partidaria”.
Ver en la versión impresa las páginas: 4 A