El pionero japonés de los videojuegos, Nintendo, advirtió que cerrará en rojo el actual ejercicio fiscal por la estrepitosa caída de las ventas de las consolas y los juegos debido a la competencia de los smartphones.
En Japón las ventas de consolas y los juegos cayeron 9% en 2013 en comparación con las de 2012, y el 40 por ciento en los últimos cinco años. Ese país se convirtió el año pasado en el primer mercado mundial de aplicaciones para smartphones, delante de Estados Unidos, gracias a los juegos.
Nintendo ha justificado esta revisión de sus previsiones por la imposibilidad de cumplir sus objetivos comerciales.
“Las ventas de consolas durante las fiestas de fin de año no llegaron al nivel previsto y por tanto el volumen de negocio de los juegos ha sido muy inferior a lo esperado”, explicó el presidente del grupo Satoru Iwata, en conferencia de prensa.
El entorno económico internacional favorable, con una recuperación confirmada en Estados Unidos y Japón; y la pérdida de valor del yen que ha beneficiado a las exportaciones, han hecho que el batacazo a Nintendo sea, si cabe, más duro.
PRODUCTO POCO ATRACTIVO
Todo esto refleja un problema más profundo: sus productos han perdido atractivo.
Nintendo pensaba vender nueve millones de consolas de salón Wii U en 2014, pero se quedarán en 2.8 millones. Y el número de juegos asociados se quedará en 19 millones, dos veces menos de lo previsto con anterioridad.
Estos datos reflejan el fracaso de la Wii U lanzada a finales de 2012, en la que Nintendo había puesto todas sus esperanzas.
La competencia de los teléfonos inteligentes o smartphones es la culpable de las dificultades que ha atravesado en los últimos años esta empresa centenaria, especialista en juegos de cartas antes de lanzarse a los videojuegos hace tres décadas.
Estos pequeños aparatos multimedia sustituyen muy bien a las consolas para los jugadores ocasionales. Y además, los juegos para los teléfonos son más baratos y a menudo incluso gratuitos.
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