Beirut/EFE
Al menos 1,565 personas han muerto en las últimas cuatro semanas en los choques entre combatientes del Estado Islámico de Irak y del Levante, vinculado a Al Qaeda, y otras facciones rebeldes, en su mayoría islamistas, en el norte de Siria, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Entre esas víctimas, al menos 878 miembros de grupos opuestos al Estado Islámico fallecieron en esos combates, de los que al menos 113 fueron ejecutados por los yihadistas.
En el bando de los leales a Al Qaeda, al menos 459 milicianos perdieron la vida, de los que 56 fueron ajusticiados por sus oponentes en la provincia septentrional de Idleb.
Asimismo, al menos 208 civiles murieron por el fuego cruzado, los atentados con coches bomba, el impacto de proyectiles de mortero o ejecutados durante los enfrentamientos.
A este saldo de víctimas se suman otras veinte personas de identidad desconocida, cuyos cadáveres fueron hallados en el cuartel general del Estado Islámico en la ciudad de Alepo, cuando fue tomado este mes por los rebeldes.
El Observatorio explicó que ha contado los fallecidos desde el inicio de los choques, el 3 de enero, hasta la pasada madrugada en las provincias de Alepo, Al Raqa, Idleb, Homs, Hama y Deir al Zur.
Desde esa fecha, el Frente Islámico, principal alianza opositora islamista, el Ejército Libre Sirio y el Ejército de los Muyahidines desarrollan una ofensiva conjunta para expulsar del territorio sirio a los yihadistas, a los que acusan de haber cometido violaciones contra el pueblo, como asesinatos y secuestros.