Judith Flores
Corresponsal/Miami
Desconcierto es lo que ha provocado en los nicaragüenses en el exterior las Reformas a la Constitución aprobada por la sumisa bancada oficialista con el respaldo del diputado del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Wilfredo Navarro, dándole así el golpe de gracia a la Carta Magna, que despeja el camino al inconstitucional presidente, Daniel Ortega, para reelegirse de manera indefinida.
Para el piloto y expreso político Roberto Amador, Ortega tiene total irrespeto a la Constitución de Nicaragua, a su juicio la ve como papel sanitario. Amador sostiene que los cambios promovidos por Ortega, están destinados para su permanencia en el poder y ha creado las condiciones para que los militares y la Policía le sean fieles, como en la década de los 80.
Para el excónsul de Nicaragua en Miami, Agustín Mendoza la reforma al artículo relacionado a la reelección no crearía tanta desconfianza, si existiera en Nicaragua un Consejo Supremo Electoral (CSE), independiente y con credibilidad como en otros países.
“Tenemos un CSE que ha estado en duda por las últimas elecciones nacionales, regionales y municipales que se han llevado a cabo en Nicaragua. La historia de la reelección ha provocado dolor, muerte y retroceso al país. Reformar la Constitución, no es la mejor decisión”.
Para Mendoza, si realmente el interés del gobierno de Ortega, es modernizar el estado, “por qué no hace el esfuerzo para que los nicaragüenses en el exterior podamos ejercer el derecho al voto y tener representantes ante la Asamblea Nacional. Un gran avance sería restituir los derechos de los nicaragüenses en el exterior, uno de los principales pilares de la economía nicaragüense a través de remesas, creación de negocios y empleos”.
El Ejército
En las redes sociales no han cesado las críticas al papel de las fuerzas armadas, que consideran sumiso y oportunista al convertirse en un Ejército al servicio de una familia.
“Descansa en paz Ejército de Nicaragua. Bienvenida guardia nacional”, escribió en las redes sociales la conocida activista política Cynthia Álvarez, radicada en Estados Unidos, expresando su desconcierto por el retroceso democrático de Nicaragua, con los cambios a la Constitución.
Para Amador, la descomposición en las estructuras del Ejército, es evidente. “Todos esos cambios son para beneficio personal de Ortega, El Ejército siempre fue leal al sandinismo lo mismo la Policía, con prebendas los ha comprado a los jefes de estas instituciones que se han y siguen enriqueciéndose a la sombra del poder, son leales a Ortega no a la República, eso está demostrado”.
“La fidelidad del Jefe del Ejército, Julio César Avilés, a Ortega está comprobada y por eso permanecerá en el cargo los 40 años (nuevo periodo de servicio establecido en las reformas), que no es para todos los militares, es para los que demuestren fidelidad al dictador”.
Para Lorena Altamirano, en Nicaragua se necesitan cambios de conceptos y mentalidad para erradicar el caudillismo y los episodios dictatoriales, “empezando por crear una clase de políticos decentes, verdaderamente patriotas que no antepongan su bienestar al bienestar de la población”.
En opinión de Altamirano, ese proceso no será nada fácil pero hay que hacerlo. “Reeducar al pueblo que ha sido sujeto de una manipulación masiva por 35 años, cambiándole los valores y haciéndoles creer que la obediencia ciega y sin cuestionamientos es la forma de vida que merecen. Con regalías, licor y gallinitas les han enseñado que no necesitan trabajar, ponerse metas ni esforzarse, que con solo bajar la cresta obtendrán lo indispensable para vivir, eso no contribuye al desarrollo personal, mucho menos de una nación”.