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Cartas al Director

No hay derecho a la inmoralidad


El derecho en general, y los derechos concretos, cualesquiera que sean, deben estar siempre sometidos a la moral o la ética, que es lo mismo, pero dicho con otra palabra de origen griego. Todo acto humano voluntario y libre es bueno o malo, no hay actos humanos indiferentes en sí mismos y siempre produce efectos buenos o malos, justos o injustos en el que lo ejecuta y/o las personas que lo sufren o se benefician de él.

Si no fuera así, se podría reivindicar el derecho a la pederastia, al consumo y venta de drogas, como la cocaína y la heroína, al incesto, al estupro, a la eutanasia, a la homosexualidad, al matrimonio homosexual, al adulterio, e incluso al robo, a la mentira y al homicidio, al parricidio, al infanticidio y al aborto y muchas otras inmoralidades que harían esta lista interminable.

Pero no es así, lo que debe prevalecer siempre, lo mismo en la conducta individual que en la colectiva, es la moral que supone el triunfo del bien sobre el mal, para que las personas y las sociedades puedan vivir en paz y tratarse con un mínimo de respeto, confianza y amabilidad. Esto lo sabemos bien en general las personas mayores, por razón de la edad y la larga experiencia acumulada y hay que mostrarlo y enseñarlo así a los más jóvenes que carecen de esa experiencia necesaria y también, generalmente, les faltan los conocimientos adecuados que se logran con el paso del tiempo y el deseo insistente de aprender.

El derecho debe prohibir las conductas inmorales, cuando son individuales y públicas, y castigar los comportamientos que perjudican más o menos gravemente a otras personas. Si no lo hace diligentemente, se cae en el permisivismo o la impunidad, y además, lo que es más grave, deja de hacerse justicia, produciendo un daño, muchas veces irreparable, a la convivencia social. Cualquier derecho que se pretenda reclamar, tanto individual como colectivamente, para que sea justo, no puede ser inmoral, es decir, no existe el derecho al mal, a la inmoralidad.

El castigo del mal o injusto comportamiento, que implica el derecho, puede y debe ser compatible con el arrepentimiento del que ha obrado mal y debe facilitársele, si es prudentemente posible, y siempre de forma adecuada al mal cometido, su incorporación o reinserción en la sociedad de los que procuran obrar siempre bien, rectificando cuando no lo hacen, por error o por cualquier otra causa.La tolerancia es una actitud humana que acepta el mal sin aprobarlo, lo que significa que hay actos humanos voluntarios que pueden ser tolerables, en aras de la convivencia social en paz, y otros que, por su gravedad o importancia, no pueden ni deben ser tolerados, porque suponen una injusticia grave que exige ser reparada lo antes posible.  

Roberto Grao.

El salario mínim


El salario mínimo debe ser equivalente al costo de una canasta básica necesaria para la subsistencia del trabajador y su familia, según la definición tradicional, que, como se ve, solamente cubre lo indispensable y no como se plantea hoy en día, que debe ser lo suficiente para garantizar una vida digna, con acceso a la salud, la educación, la recreación y otros aspectos. 

Pero aun alcanzar lo que plantea la definición tradicional no se ha hecho en Nicaragua, ni siquiera existe un consenso acerca de cuántos productos debe contener la canasta básica. Pero de hecho debe alcanzar mínimamente para comer, vestirse y tener un techo. El estira y encoge entre empresarios, sindicatos y Gobierno han llevado a un salario mínimo actual de alrededor de 3,200 córdobas, mientras el costo de la canasta básica es mayor a los 10,000 córdobas. Es decir el salario mínimo actual no alcanza ni para comprar la mitad de la canasta básica.

Los que profesan la idea de que el salario debe establecerse libremente por la oferta y la demanda, es decir por el mercado, tendrían razón si realmente los empresarios y el Gobierno tomaran en cuenta la competencia para fijar salarios. Pero, por ejemplo,  miles de cortadores de café se van a ejercer esta labor a Costa Rica donde pagan mejor, y el país se queda sin mano de obra. Lo mismo ocurre en la construcción, los trabajos domésticos o de asistentes del hogar y los servicios en general (meseros, cocineros, choferes, carpinteros, plomeros, etc.), porque en los países vecinos: Costa Rica, Panamá, Estados Unidos, pagan mejor. Los maestros y trabajadores de la salud son mejor pagados incluso en Honduras. La falta de competitividad del país en salarios es la segunda causa de la emigración, la primera es el alto índice de desempleo.     

Los salarios del país no son competitivos, el salario mínimo no es adecuado ni para las personas sin profesión ni oficio, que es el sector para el que principalmente está dirigido, y ahora además lo han extrapolado a todos los sectores, incluyendo a profesionales y técnicos. El mismo Gobierno ha contribuido mucho a bajar el salario de profesionales y técnicos en el país, al ser el referente que toman las empresas para fijar salarios a estos sectores y tener tablas salariales de 3,000, 4,000 y 5,000 córdobas mensuales para ellos. Esto trae como consecuencia lo que se llama la “fuga de cerebros”, que es la emigración del personal calificado. Y sin personal calificado no hay desarrollo.

Estamos metidos en el círculo vicioso de la pobreza: baja productividad, —bajos salarios—, pobreza. Pero el aumento de la productividad solo puede hacerse con personal calificado y esto significa pagar salarios competitivos por lo menos a nivel de Centroamérica. Es absolutamente falso que en Nicaragua se esté formando una pujante clase media, más bien está en la bancarrota o fuera del país, porque la constituyen profesionales y técnicos, que como dijimos tienen los salarios más bajos de Centroamérica y ya no digamos de más allá.          

 

Eduardo Cáceres.

Derroche energético 

Es increíble el consumo de energía eléctrica que producen los ya famosos árboles de lata, llamados (sin ninguna razón) árboles de la vida. Esto en un país como Nicaragua donde hay  muchas necesidades, mientras que  otros países con más solvencia no se atreverían a semejante derroche de energía.

Sin lugar a dudas este consumo de energía el Instituto Nicaragüense de Energía (INE) sin ninguna consideración por órdenes de la presidencia lo carga a nosotros los consumidores, que de por sí el valor de los recibos siempre salen alterados y nunca con el consumo verdadero, y es por este motivo que se hacen reclamos periódicamente.

Al que está en el poder le importa poco que los consumidores pasemos dificultades para poder pagar el recibo de energía, porque saben que no tenemos otro camino, que buscar su cancelación.

Pensé que este derroche de energía sería solamente para los días navideños 24/25 y 31 de diciembre pasado (2013), pero según parece estarán activos todo el tiempo.

Adolfo Salas.

Opinión cartas director archivo

COMENTARIOS

  1. observador
    Hace 10 años

    Los arboles de lata, los arboles de lata. Culto (unico) de la Sra.

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