Lucydalia Baca Castellón y Wendy Álvarez Hidalgo
Los 625,716 quintales que aproximadamente se dejarían de cortar representan unos 12.5 millones de latas de café cortado, que pagadas al trabajador agrícola a un promedio de 1.07 (unos 27 córdobas) por lata, equivalen a 13.38 millones de dólares, que no recibirán los cortadores en concepto de ingresos.
Esta reducción representaría la pérdida de unas 90,000 fuentes de empleo temporal en las labores del café, de las 300,000 que se estima genera el sector en cada cosecha.
Según el diagnóstico de Inseguridad Alimentaria de poblaciones afectadas por la roya del café, realizado por Acción contra el Hambre, en un año normal las familias de los cortadores de café tienen ingresos familiares de entre 139.7 y 165.0 dólares mensuales.
Por lo que estas familias disponen de entre 0.83 y 0.99 centavos de dólar por persona al día para sobrevivir lo que las sitúa por debajo de la línea de pobreza definida en una disponibilidad de 1.0 dólar por persona al día. Esto pone en riesgo la seguridad alimentaria de estas familias.
Aunque ellas tienen una dieta alta en carbohidratos, “hay niveles de inseguridad alimentaria críticos” con respecto al consumo de proteínas. Ante la escasez de recursos, lo primero que las familias dejan de consumir son las fuentes de proteína animal como la carne y los huevos, debido a su elevado costo.
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Aconseja a quienes aún no han vendido su café que lo hagan de inmediato, porque esta alza provocada por la sequía en Brasil se revertirá en cualquier momento.
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Casi dos años han pasado desde que en los cafetales de don Julio Aníbal Cruz una mancha amarillenta con contornos negros empezó a comerse con mayor velocidad el verdor de las plantas de café que cultiva en ocho manzanas en la comunidad La Rica, en San Sebastián de Yalí, municipio del departamento de Jinotega, al norte de Nicaragua.
Pronto en la finca soplaría un aire casi otoñal. Las plantas rápidamente mudaron las hojas abatidas por la roya, lo que ocasionó que en la cosecha 2013-2014 la producción de su finca cayera un 40%. Siembra café a 800 metros sobre el nivel del mar en las montañas de este municipio.
Desde que atacó la roya, don Julio solo ha recibido promesas de que será beneficiado por un programa llamado Crisol-Café, que será ejecutado por el Gobierno y que le permitirá obtener financiamiento para renovar sus cafetales. Incluso, hace seis meses lo incluyeron en un censo estatal, pero hoy continúa esperando respuesta.
UN DOLAR POR QUINTAL
Fue en diciembre de 2013 que a don Julio —que vende su grano a la cooperativa de Servicios Múltiples El Polo— le dijeron que debía aportar un dólar por cada quintal vendido para un fondo que se crearía en Managua para impulsar la reconversión de los cafetales.
No le dieron ninguna explicación sobre quién manejaría ni cómo se usaría el dinero, pero sobre todo no le informaron el día y la hora en que el capital será invertido en los cafetales.
“Realmente acá nosotros los productores poco sabemos sobre ese aporte. Nadie nos ha dicho sobre qué vamos a ganar nosotros con ese dólar que nos van a quitar, no sabemos nada”, dice visiblemente desesperado don Julio durante una visita que LA PRENSA realizó a San Sebastián de Yalí y San Juan de Río Coco a finales de enero de 2014 para constatar los estragos de la roya en las zonas cafetaleras de Nicaragua.
CONATRADEC MANEJARÁ INVERSIÓN
Igual que don Julio, cooperativas y productores desconocen la creación y manejo de ese fondo y tampoco saben que en Managua ha habido poco avance en la creación de la Comisión Nacional para la Transformación y Desarrollo de la Caficultura (Conatradec) que manejará el capital.
Desde el 17 de diciembre de 2013 se publicó la Ley de Transformación y Desarrollo de la Caficultura, que ordena la creación de la Conatradec, aunque sigue sin formarse, lo que obstaculiza la ejecución de las medidas para salvar al café, que por años ha sido el primer producto de exportación de Nicaragua.
El sector privado tiene las ternas de candidatos que los representarán y se cree que será hasta finales de febrero que se integre oficialmente la comisión. El Gobierno había prometido nombrarla a mediado de enero, pero no fue así.
Estas son las ternas por parte del sector privado:
Productores individuales: Álvaro Reyes Portocarrero, Aura Lila Sevilla Kuan y Julio Solórzano, dirigentes de la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua.
Exportadores: José Ángel Buitrago, presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua (Excan) y Luis Alberto Chamorro.
Banca: Róger Incer Rocha, gerente de crédito agropecuario del Banpro. Esta nominación la adelantó a LA PRENSA el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri.
El ejecutivo confía en completar las ternas en los próximos días para entregarlas al Gobierno y que este haga los nombramientos de inmediato para que la comisión comience a funcionar, pues de ella depende que inicien las acciones de rescate a la caficultura.
Cuatro lugares restantes serán ocupados por los titulares de los Ministerios Agropecuario y Forestal (Magfor), de Economía Familiar Comunitaria, Cooperativa y Asociativa, de Fomento, Industria y Comercio (Mific) y del Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (Inta). La instancia será presidida por el ministro del Magfor, Ariel Bucardo.
En la primera semana de enero, el Magfor informó que Bucardo se reunió con el secretario ejecutivo del Consejo Nacional del Café, Juan Ramón Obregón, para analizar la integración de la Conatradec. Según el sitio web del Magfor, en ese encuentro se acordó que la “comisión podría estar lista a mediados de enero” por tratarse de “un instrumento para apoyar el desarrollo de la caficultura”. El nombramiento está pendiente.
DESCONOCIMIENTO
En el campo reinan la confusión y las dudas sobre cómo funcionará la comisión. Incluso, hay cooperativas que no están haciendo efectivo el cobro del dólar, y según el presidente de Excan, José Ángel Buitrago, aquellas cooperativas que no cobren ese aporte, deberán asumirlo al realizar las exportaciones.
Buitrago admitió en unas declaraciones a inicio de febrero que debido a la falta de información en el campo los productores acusan a las acopiadoras de abusivas por cobrar el aporte.
Por ser en base a año calendario, la recaudación de este aporte —que para 2014 será de un dólar por quintal de café exportado, porque el precio está por debajo de los 140 dólares por quintal— debió comenzar a hacerse desde el 1 de enero.
Aguerri, admite que no está claro qué mecanismo se utilizará para recaudar ese capital.
“Se les avisó a todos los exportadores que desde el 1 de enero tenían que retenerlo… Cuando la Conatradec comience a funcionar, orientará a dónde transferir estos recursos y entregará un recibo o algo similar”, explicó Buitrago.
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