BRASLIA/AP
Una oleada de banderas y camisetas rojas recorrió las calles de la capital brasileña cuando millares de campesinos sin tierra y simpatizantes se manifestaron en demanda de una reforma agraria, que según estiman está estancada.
Al menos 15,000 personas respondieron a la convocatoria del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, que fue generalmente pacífica salvo por algunos enfrentamientos con la policía cuando unos participantes intentaron acercarse a la sede del Supremo Tribunal Federal y posteriormente a la Presidencia. La policía utilizó gas lacrimógeno y bombas sonoras para alejar a los manifestantes de los edificios gubernamentales.
La protesta llevó al máximo tribunal de justicia a suspender su sesión por considerar que existía riesgo de que el edificio fuera invadido por los manifestantes.Dirigentes del movimiento, que tradicionalmente han tenido cercanía con el gobernante Partido de los Trabajadores, criticaron a la presidenta Dilma Rousseff por considerar que ha sido deficiente en materia de reforma agraria.
“El gobierno de Dilma (Rousseff) ha sido el peor en materia de reforma agraria, no ha hecho para que Brasil deje de ser el país con la peor distribución de tierra en el mundo”, dijo a Associated Press Alexandre Conceicao, miembro de la coordinación nacional de la organización.
La manifestación ocurrió en el tercer día del sexto congreso nacional del movimiento campesino, nacido en los años 80 para defender la distribución de tierra. El congreso está programado para concluir el viernes con una agenda de acciones en el país para presionar por la expropiación de latifundios.Según Conceicao, el actual gobierno ha tomado acciones positivas en favor de los pequeños productores agrícolas, pero no ha hecho nada por los campesinos sin tierra.
El Ministerio de Desarrollo Agraria, responsable de la reforma agraria, ha dicho que el gobierno redujo la entrega de tierras para asegurar que los beneficiarios las reciban en condiciones que les permitan producir en condiciones adecuadas y con asistencia técnica.
Pero para el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, las cifras son desalentadoras: las expropiaciones de tierras ociosas han beneficiado a solo 4,700 familias en lo que va del gobierno de Rousseff, quien asumió el cargo en 2011, menos de lo que hizo la dictadura militar en su último año (1985) y menos que cualquiera de los últimos gobiernos democráticos.
La manifestación pasó también frente a la embajada de Estados Unidos, donde gritaron consignas contra el espionaje norteamericano en varios países, incluyendo Brasil, y gritaron consignas.