¿Ciudadanos o súbditos?

Aunque a los nicaragüenses no nos gusta que se nos compare con otro país, en un mundo cada vez más interdependiente por los avances de la ciencia y la tecnología, resulta inevitable incurrir en ello, porque al fin y al cabo no somos una isla perdida en las inmensidades del mar, ni gozamos de la autarquía para valernos únicamente por nosotros mismos. Lo que ocurre en Europa, en los Estados Unidos y en los países vecinos nos afecta directa o indirectamente en nuestro desarrollo y en nuestro destino como nación.