Rezaye Álvarez M.
- 20,000 dólares es la inversión realizada por el Programa de Pequeñas Donaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, para potenciar a Moyuá como destino de turismo rural comunitario sostenible.
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- “Moyuá, Tecomapa y Las Playitas representan un inmenso valor por el desarrollo que se puede lograr a partir de ellos. La belleza y el potencial que tiene este humedal va a posibilitar desarrollar económicamente a toda la población de esta laguna”.
- Salvador Montenegro, director del CIRA-UNAN.
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En la zona conocida como “el corredor seco”, al norte del país, a la altura del kilómetro 72 de la Carretera Panamericana norte, se encuentra un verdadero oasis de agua dulce: el sistema lacustre conformado por las lagunas de Moyuá, Las Playitas y Tecomapa.
La laguna de Moyuá es la de mayor tamaño con 5.5 kilómetros cuadrados, mientras que Las Playitas y Tecomapa pasan por periodos de sequía aproximadamente cada 13 años y son d e menor tamaño.
Además de ser un lugar donde comunidades como Puertas Viejas o Los Moreno (de Ciudad Darío, Matagalpa) desarrollan actividades de pesca artesanal, las lagunas son un área que desde noviembre de 2011 fueron reconocidas como humedales de importancia internacional por la Convención Ramsar.
Con el sistema Moyuá, Las Playitas y Tecomapa, Nicaragua agregó su noveno sitio Ramsar a nivel nacional. Y es que los humedales tienen un gran valor ambiental porque “son ecosistemas naturales húmedos, que poseen un diverso y complejo rol en la naturaleza”.
Según un Informe realizado por el Centro para la Investigación de los Recursos Acuáticos (CIRA-UNAN) “un humedal actúa como un riñón filtrando sedimentos y contaminantes provenientes de ríos, lagos, arroyos, o de cualquier otro cuerpo de agua”. A partir de esa función natural es que se desprende su gran valor ecológico.
Según la responsable del área de Investigación y Desarrollo, Thelma Salvatierra, “el sitio se encontraba con un notable daño ambiental, sobre todo por la deforestación y la incidencia de pesticidas que eran depositados en las aguas, producto de la agricultura”.
TRABAJO COMUNITARIO
Según el director del CIRA-UNAN, Salvador Montenegro, “el turismo es una forma de aprovechar el humedal sin destruir el territorio, una forma económica y sostenible”.
El trabajo de rescate y preservación del humedal también ha contado con la participación de los comunitarios, quienes a través de la Asociación de Pobladores de Moyuá han trabajado en los proyectos.
Según, el presidente de la asociación, Tomás Moreno, “hace como ocho años, al comienzo no teníamos esa lanchita, solo eran unas pequeñitas de remo, entonces no daba la cosa para eso, pero ahora que tenemos esa lancha hemos mejorado bastante, tenemos ranchos, tenemos lanchas”.
Con esas mejoras, esperan potenciar las lagunas como destino turístico y seguir con nuevos proyectos en beneficio de las lagunas y de la propia comunidad.
Parte de este propósito se ha venido cumpliendo gracias al aporte del Programa de Pequeñas Donaciones de las Naciones Unidas, que en 2008, y con el cofinanciamiento del Gran Ducado de Luxemburgo, destinó veinte mil dólares para el desarrollo del turismo rural comunitario sostenible.
Además de esta iniciativa que ha sido apoyada por el CIRA-UNAN, el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) ha venido trabajando el desarrollo de una ficha turística para la promoción del sitio como un lugar único para vivenciar el turismo rural sostenible.
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