Lucydalia Baca Castellón
No poseen una certificación de producción orgánica, pero la calidad del cacao que producen los 32 socios de la Cooperativa de Desarrollo Productivo de El Castillo, Río San Juan (Codeprosa) no se discute.
En el evento se abordarán entre otros temas las oportunidades de financiamiento para la producción del cacao y las oportunidades que tiene este cultivo como una alternativa en zonas de tradición cafetalera, como alternativa a los efectos del cambio climático.
También se impartirán charlas sobre técnicas de producción, preparación y conservación de productos genéticos para la obtención de semilla, sistemas de cultivos que garanticen la protección de la biodiversidad, técnicas de poscosecha para garantizar la adecuada fermentación y secado del grano.
[/doap_box][doap_box title=”En cifras” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
60% de ese volumen sería cacao fino de calidad exportable.
60,000 manzanas de cacao se pretenden establecer en los próximos cinco años en zonas del Caribe del país bajo el sistema de agroforestería, según el Gobierno.
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Han ganado concursos de catación y sus entregas a la empresa de origen alemán Ritter Sport, ubicada en Matagalpa, han pasado todas las pruebas de calidad. Hasta ahora no les ha hecho devoluciones.
En el 2013, estas ventas alcanzaron 5.5 toneladas (121 quintales), pero crecerán, porque con la adopción de medidas más adecuadas en el manejo del cultivo y el establecimiento de nuevas plantaciones incrementarán el volumen de su producción.
PRODUCCIÓN CON VALOR AGREGADO
Para obtener mayores beneficios han comenzado a vender su producción con valor agregado. Con el apoyo de un grupo de mujeres comenzaron a producir chocolate artesanal que venden localmente.
“Solo en este año hemos hecho más de dos quintales y medio de cacao en chocolate para venderle a los turistas que visitan El Castillo”, explica Alfonso Tapia, presidente de Codeprosa.
Además de los 32 socios de Codeprosa, otros 618 productores de cacao de distintas zonas de Nicaragua, 146 de Honduras y 37 de El Salvador —que cultivan entre 1 y 5 manzanas del grano— mientras cuidan la biodiversidad de sus zonas, han mejorado las prácticas de manejo de las plantaciones. Con ello aseguran un mayor rendimiento y mejor calidad en su producción, lo que les facilita un mejor acceso a los mercados y precios más altos.
DA FRUTOS
Estos resultados son parte de los logros que alcanzó la iniciativa Caminos a la Prosperidad que con financiamiento del Departamento de Estado de los Estados Unidos fue ejecutado en el último año y medio por Lutheran World Relief (LWR) a través de una red de Organizaciones no Gubernamentales, cooperativas y asociaciones locales, dijo la directora de país de LWR, Carolina Aguilar.
La idea es contribuir a que se explote al máximo el desaprovechado potencial nacional de este cultivo que tiene una creciente demanda en el mercado internacional. Según LWR el potencial alcanza las 350 mil hectáreas, principalmente en el Caribe.
El proyecto invirtió más de 300,000 dólares en el fortalecimiento de capacidades productivas y de comercialización. Según Aguilar esperan que al concluir el mismo, a finales de marzo, los beneficiados continúen avanzando en esa misma vía, ya que los rendimientos siguen siendo muy bajos, de hasta 5 quintales por manzana.
Se espera que las capacitaciones técnicas y financieras que recibieron los beneficiados y el acompañamiento técnico que les proporcionarán los promotores que se prepararon durante la ejecución del programa garanticen la continuidad del fortalecimiento del sector.
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