Wendy Álvarez Hidalgo y Lucydalia Baca Castellón
En los últimos cuatro años las costas nicaragüenses, principalmente las del Pacífico, han sufrido una profunda metamorfosis. Áreas que antes eran refugio de la maleza y animales propios de las zonas, hoy están pobladas por resort & spa de clase mundial, edificios de apartamentos comprados por extranjeros, restaurantes de lujo, condominios, campos de golf, casas de campo, hoteles, clubes deportivos y otros.
Esos son los frutos que Nicaragua ha cosechado casi cuatro años después que se aprobara la Ley para el Desarrollo de las Zonas Costeras, Ley 690, que entró en vigencia en julio de 2009. Eso confirma —según José Enrique Solórzano, gerente del hotel Holiday Inn y secretario de la Asociación de Hoteles de Nicaragua—, que la seguridad jurídica es fundamental para impulsar el desarrollo económico del país.
Entre los proyectos que continúan profundizando su inversión, cobijados por la Ley 690, figuran Guacalito de la Isla, Gran Pacífica Resort, Marina Puesta del Sol, Punta Teonoste, Morgan Rock, Wyndham Milagro del Mar Beach & Golf Resort, entre otros.
Solo con Guacalito de la Isla, que ha puesto a Nicaragua en los titulares de afamadas revistas mundiales, la inversión es de aproximadamente 250 millones de dólares en sus dos etapas.
A inicios del año pasado también se aceleró la construcción de Milagro del Mar Beach & Golf Resort, que pertenece a la franquicia de Wyndham Hotel Group, la cadena de hoteles más grande del mundo, con una inversión cercana a los 39 millones de dólares. Esta tendrá 202 habitaciones.
Gran Pacífica Resort es también uno de los grandes desarrollos turísticos en las costas del Pacífico. Su gerente general Adiak Barahona considera que la Ley 690 “es una de las mejores leyes costeras de la región ya que tomó los mejores elementos de leyes similares de México, Costa Rica, República Dominicana y Estados Unidos”.
Además, sostiene que “como empresa nos ha permitido planificar con claridad futuras urbanizaciones frente a la playa, delimitando claramente la zona de la arena que le pertenece al Estado como es en otros países. En 2014, gracias al marco jurídico de la Ley de Costas, Gran Pacífica se está preparando para lanzar al mercado futuras urbanizaciones frente al mar con excelente vista del Océano Pacífico”.
Actualmente Gran Pacífica desarrolla el condo-hotel Las Perlas, con una capacidad aproximada para cien huéspedes y un campo de golf de nueve hoyos con vista a las costas del Pacífico.
EL IMPACTO SOCIAL
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, señala que “la Ley de Costas es uno de los pilares que hace que Nicaragua hoy esté permanentemente siendo conocida en el mundo y sea referencia a nivel mundial, como unos de los destinos top a venir a visitar. La publicidad que ha tenido Nicaragua en los últimos dos años no la ha tenido nunca y eso es gracias a los proyectos que se están levantando en las costas”.
Además recuerda que se han abierto fuentes de empleo en los municipios aledaños a los proyectos, hay programas de responsabilidad social que han ayudado a familias a superar la pobreza y han florecido los pequeños comercios.
LOS RETOS
Y aunque en los últimos cuatro años esta ley ha generado nuevas riquezas y proyectos, Solórzano, Barahona y Aguerri reconocen que todavía hay muchas tareas por delante para lograr un desarrollo de las costas más sostenibles.
Barahona afirma que “se debe definir con más detalles la manera de otorgar concesiones en las zonas administradas por las alcaldías y la metodología para calcular el valor de las concesiones, de esta forma se podrá atraer aún más inversiones a nuestras zonas costeras”.
Por su parte, Aguerri manifestó que se debe promocionar a Nicaragua de forma sostenible, de tal manera que no se rebasen las capacidades de las zonas turísticas. “Si vas los 31 de diciembre a San Juan del Sur están entrando veinte mil personas a esa playa, y no sabés si hay capacidad de alojamiento o de energía para tanta gente”, afirma.
Y aunque Aguerri asegura que los proyectos han dado su fruto en las comunidades, Barahona dice: “Nicaragua debe reducir los niveles de pobreza en nuestras zonas costeras, la Ley de Costas debe comunicarse con mayor profundidad en las alcaldías y comunidades con el fin de convertirla en una poderosa herramienta para proteger la naturaleza, generar desarrollo a los pobladores costeros de nuestros lagos, playas y ríos”.
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