Wendy Álvarez Hidalgo
La ralentización este año del crecimiento económico en América Latina tendrá un efecto inmediato en la calidad crediticia de los gobiernos: se deteriorará, alertó ayer la calificadora de riesgo Moody’s Investors Service.
De esa manera, precisó, se pondrá fin a los diez años de mejora que ha habido en la calidad de los créditos de los gobiernos. En 2014 la calificadora de riesgo proyecta un crecimiento promedio en América Latina, de tres por ciento, donde inclusive alerta de que algunos países de América Central y el Caribe registrarán una expansión económica menor a la del promedio regional.
Solo Bolivia, Panamá y Perú registrarán crecimientos mayores al cinco por ciento, los que serán no obstante menores a las de los últimos dos años, que superaban el diez por ciento. “En el otro extremo del espectro, podemos destacar el caso de Venezuela, la cual se espera entrará en recesión este año”, alerta.
El vicepresidente analista Senior de Moody’s, Jaime Reusche, manifestó: “Ante condiciones externas que esperamos sean menos favorables, ciertos gobiernos de la región podrían enfrentar presiones crediticias en la medida en que los fundamentos económicos se deterioren, las autoridades adopten actitudes conformistas, o bien las instituciones no continúen fortaleciéndose”.
Las proyecciones de Moody’s implicarían que los gobiernos tengan dificultades para cumplir con sus obligaciones crediticias con acreedores internacionales o bien tener problemas en la obtención de fondos crediticios. Eso afectará las finanzas públicas, particularmente los déficits. Recuerda que “el fuerte crecimiento en la última década había apoyado la mejora de los resultados fiscales, que mantuvo los déficits globales en niveles bajos”.
NI AMÉRICA DEL SUR
Tal es el riesgo que cierne sobre la economía de América Latina, que en años pasados las rebajas de calificaciones solo se concentraban en países de Centroamérica y el Caribe, pero desde el año pasado, cuando se empezaron a sentir los primeros choques de la crisis internacional, Moody´s rebajó a Argentina su calificación, lo que “indica que América del Sur ya no se encuentra inmune a este tipo de presiones crediticias negativas”.
El informe de Moody’s resalta que 18 de los 28 países examinados poseen calificaciones con una perspectiva estable, mientras que en los diez restantes se observa un balance entre perspectivas positivas y negativas. El informe anota que por primera vez desde 2003, las bajas en las calificaciones soberanas superaron los aumentos en las mismas el año pasado, al reportarse bajas en cuatro casos y mejoras en solo dos países.
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