Luis Eduardo Martínez M., Félix Rivera y Elizabeth Romero
Nadie se explica, en Wiwilí, Jinotega, por qué Eyner Salvador Maldonado Paguaga mató a balazos a su expareja Sandy Marbely Hernández Mairena, de 32 años, y al sacerdote que pretendía casarlos, Juan Francisco Blandón Meza.
Maldonado se suicidó luego de cometer el doble crimen la noche del domingo 6 de abril en la casa cural de la parroquia Inmaculado Corazón de María.
“Todavía no supero esta tragedia”, dice la joven Hazel Izaguirre, quien con voz entrecortada y conteniendo las lágrimas aclara que el sacerdote y la pareja eran amigos. Izaguirre trabajaba para el religioso en la casa cural frente al templo parroquial.
“YA NO AGUANTO MÁS ESTO”
Hernández, acompañada por su familiar Erlin Castillo, fue a la casa cural el domingo para escuchar los consejos del sacerdote. Cuando ambas se despedían del religioso, llegó Maldonado en una moto que estacionó cerca del sitio y luego, dirigiéndose a Castillo, presuntamente expresó: “Ya no aguanto más esto” y apartándola, sacó una pistola y disparó primero contra su expareja.
Luego, en la acera de la casa cural disparó contra el sacerdote y finalmente se disparó él mismo en la cabeza. Los tres murieron.
La joven fue velada en Wiwilí, Jinotega, y Maldonado fue velado al otro lado del río Coco, en Wiwilí, Nueva Segovia. Ahí, los familiares de él impidieron el acceso a periodistas. “Respeten nuestro dolor”, apuntó una hermana del muchacho.
QUERÍA SEPARACIÓN
Hernández y Maldonado tenían más de 16 años juntos y tuvieron tres hijos que hoy tienen 16, 11 y 3 años. “Solo estaban casados por la vía civil”, explicó Reina Esmeralda Hernández Mairena, hermana de Sandy.
“Ellos se iban a casar hace ya como seis meses y el padre le iba a hacer la ceremonia con su esposo porque eran casados solo civil por eso es que ellos tenían esa relación con el padre, de amistad”, explicó la hermana de la joven fallecida.
Agregó que la pareja empezó a tener problemas cuando la muchacha empezó sus estudios universitarios y “ella nos contaba que él se ponía celoso, que no quería que ella fuera a Jinotega a estudiar y comenzaron los pleitos”.
“Ella tenía problemas con él y eso no lo vamos a negar, incluso ella se había ido para España porque nos decía que ya no quería nada con él”, contó Reina Esmeralda.
“Imagino que ahorita que ella regresó (de España, hace dos semanas) el padre se dio cuenta de los problemas y la llamó para darle consejos”, agregó.
“Están queriendo decir que tal vez (Maldonado) la halló con el padre y eso no es cierto porque sabemos que el padre no va a hacer una cosa de esas y mi hermana tampoco”, afirmó Reina Esmeralda.
PÁRROCO DE WIWILÍ DESDE 2012
Blandón cumpliría dos años, el 5 de mayo próximo, como párroco de Wiwilí, adonde llegó para sustituir al sacerdote Celso Gutiérrez, quien se fue a estudiar al extranjero.
En sus labores como párroco, además de visitar las comunidades del municipio en jornadas de evangelización, también emprendió algunos proyectos, incluyendo la restauración del templo católico Inmaculado Corazón de María. También era el presidente municipal de la filial de Cruz Roja.
Los restos del padre Blandón Meza arribaron este lunes 7 de abril a la ciudad de Jinotega, a las 7:45 a.m., custodiados por la Policía, el Ejército, los Bomberos y la Cruz Roja. A partir de las 6:00 p.m., se realizaron cada dos horas misas en su memoria y hasta este miércoles 9 de abril será sepultado en la capilla de Guadalupe, de la Catedral San Juan.
La tarde de este lunes, el obispo de Jinotega, monseñor Carlos Enrique Herrera, a través de un comunicado pidió “a las autoridades competentes esclarecer lo mejor posible este hecho y a los medios de comunicación evitar poner en tela de juicio la dignidad del Ministerio Sacerdotal de nuestro hermano Juan Francisco Blandón Meza”.
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