“Nos pone como país de primer mundo o una experiencia para exportar, lo cual no es así”, sostuvo Carrión, considerando que “es jugar con el dolor de las cosas que nos están pasando”.
Sobre todo, dijo Carrión, que en las últimas fechas han trascendido en Nicaragua casos de asesinatos múltiples, como la matanza ocurrida en El Tortuguero en marzo, los tres de Wiwilí en la presente semana o las diez muertes en Ayapal, Jinotega, donde incluso murieron cuatro policías.
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Elízabeth Romero
Las cifras sobre seguridad ciudadana que ofreció el martes la jefa de facto de la Policía Nacional, primera comisionada Aminta Granera, no convencen del todo a especialistas en la materia.
Azahálea Solís, dirigente del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), considera que no se puede decir que la situación de seguridad en Nicaragua está bien, cuando hay casos de “abusos” como el de Nueva Guinea y el conocido como de OcupaINSS que no han sido investigados; y la reciente resolución que pasó una prueba de cocaína a talco.
“Es la concreción de la política del cinismo decir que todo está bien”, expresó Solís.
Mientras el defensor de derechos humanos, Gonzalo Carrión, apuntó que “ese talcazo pringa a todos los operadores de justicia y la Policía no defendió su actuación”.
Granera afirmó que la estructura delictiva de Nicaragua “es un lujo”, pues el 77% de las denuncias recibidas en las delegaciones policiales obedecen a faltas y no constituyen delitos.
“PARECIERA QUE ESTAMOS EN SUIZA”
Para el investigador independiente en temas de seguridad, Roberto Orozco, “pareciera un informe de un país del primer mundo, pareciera que estamos en Suiza (…) donde existen altos niveles de vida y políticas sociales altamente incluyentes”.
Orozco calificó de “sesgada” la información presentada por Granera y recordó que desde 2011 la Policía no presenta las cifras en bruto, por lo que nadie puede hacer un análisis comparativo para sacar tasas reales, tendencia ni ninguna otra información cualitativa y cuantitativa.
Uno de los temas que a Orozco no le convenció es el de que hayan bajado los homicidios, sobre todo cuando hay un movimiento de armados y cuyo accionar en el país ha dejado muertes en el norte.
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