Izium, Ucrania/ AFP
“Estamos aquí porque no se puede abandonar el territorio. Todo lo que vamos a hacer es proteger la independencia de nuestro país y la paz”, declaró un oficial bajo anonimato.
Kiev aseguró que un primer batallón de la Guardia Nacional había sido enviado “al frente”. Ese batallón está formado por voluntarios que integraron las unidades de autodefensa de Maidan, el corazón de las protestas en el centro de Kiev, que derribó en febrero al régimen pro ruso del presidente Víktor Yanukóvich.
Eso puede provocar una profunda irritación en Moscú, que acusa de “fascistas” a varios de los grupos del Maidan.
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El gobierno de Ucrania desplegó ayer tropas en el este del país y el general Valeri Krutov, número dos de los servicios especiales ucranianos, declaró que los separatistas que no depongan las armas serán “liquidados”.
Una columna de blindados de miembros de las fuerzas especiales ucranianas estaba a cuarenta km al norte de Slaviansk (120 mil habitantes), ciudad símbolo de la reciente ofensiva separatista, en manos de hombres armados sin identificar. Otro contingente armado, según testigos oculares, llegó en helicóptero hasta un aeródromo a 15 km al sur de la ciudad, la cual está rodeada por las fuerzas del gobierno de Kiev.
El despliegue amenaza con incrementar la tensión con el poderoso vecino ruso, que ha advertido en varias ocasiones a las autoridades proeuropeas de Kiev que no intervengan contra los insurgentes.
“AL BORDE DE LA GUERRA CIVIL”
El primer ministro ruso Dmitri Medvedev advirtió ayer que Ucrania “está al borde de la guerra civil, da miedo”. Medvedev criticó la propuesta ucraniana de que la ONU envíe tropas para apaciguar los ánimos.
El presidente Vladimir Putin exigió por teléfono al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que la institución condene las operaciones militares de Kiev.
Pero Estados Unidos y sus aliados europeos ya preparan nuevas sanciones, informó la Casa Blanca, ante lo que consideran maniobras de desestabilización rusas en el este ucraniano. Más sanciones occidentales serán “contraproductivas”, advirtió previamente el gobierno de Putin.
Slaviansk es una ciudad símbolo de la amenaza de un estallido entre el este ucraniano, rusófono, y el centro y oeste del país, que miran hacia Europa.
Los hombres que el sábado irrumpieron en comisarías y edificios públicos pertenecen a las “tropas especiales del GRU (Inteligencia Militar Rusa) que tienen una gran experiencia en conflictos”, acusó Krutov cerca de Izium, a cuarenta km de la ciudad de Slaviansk.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, también advirtió que cualquier orden “criminal” de Kiev para “mandar a los tanques” hará fracasar las negociaciones previstas para mañana en Ginebra.
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