Lucydalia Baca Castellón
El principal interés de la FDA es evitar que los menores puedan adquirir puros y proteger la salud de los fumadores.
Entre las nuevas disposiciones que se pretenden establecer la FDA figura la inspección de las fábricas y el control sobre los nuevos lanzamientos de productos. Mejores prácticas de fabricación, incluidas en la norma ISO 9000 y prohibir la distribución de muestras gratuitas, entre otras.
La consulta que abrió la FDA también acogerá la opinión de los consumidores.
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Una dura batalla librará en los próximos días la industria local del tabaco para evitar que, tal como pretende la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) se establezca en diez dólares el parámetro de precio para clasificar a los puros premium.
“Eso tendría un impacto grande, grande sobre la industria y la economía de Estelí”, asegura Gabriel Fernández, gerente de Tabacos Cubanica SA, que produce para Padrón Cigars.
La nueva normativa de la FDA regiría principalmente la comercialización de puros hechos en máquina con tabaco picado y el uso de componentes químicos. “Desde ese punto de vista eso no afectaría localmente, porque la mayor parte del puro local se hace a mano y sin químicos, pero las nuevas normas que impongan a nuestros distribuidores en Estados Unidos así como los parámetros de clasificación de los puros premium tendrían repercusión en nuestras exportaciones”, advierte Fernández.
Ahgmed Fernández, gerente de Plascencia Cigars, reconoce que aún se desconocen detalles de las nuevas disposiciones que la FDA puso a discusión del público por un período de 75 días, así como las afectaciones que esta podría causar aquí.
Pero coincide con el representante de Tabacos Cubanica, en que de momento lo que más preocupa es el establecimiento de los parámetros de clasificación de los puros premium, que estarían exentos de las nuevas disposiciones.
Los empresarios estiman que las mayores afectaciones las enfrentarían la industria de los puros de Estados Unidos y República Dominicana, por su alta tecnificación.
No obstante, también están conscientes que estas nuevas normas los podría obligar a obtener nuevas certificaciones, que hasta ahora no les exigían, lo que elevaría los costos de producción. “Aunque estamos preparándonos para esto desde hace cuatro años, hay que comenzar a tramitar otras certificaciones y esperar las nuevas normas que impondrán a los distribuidores”, expresa Gabriel Fernández.
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