Lucía Navas
En 2013 las conexiones de acceso a internet en Nicaragua crecieron 18.1 por ciento, según cifras oficiales. Se trató de un buen incremento pero insuficiente para alcanzar a otros países de América Latina, donde las inversiones en las telecomunicaciones, sobre todo en el acceso de internet, es un importante pilar que ayuda al desarrollo económico.
De hecho, el año pasado la mejoría de la conectividad de acceso a internet fue menor respecto a los años previos, cuando se promedió el veinte por ciento, siendo la excepción 2009, año en que hubo un salto del 106 por ciento de este servicio en el país.
En 2013 existían 207,275 conexiones de acceso a internet. Las estadísticas del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) —disponibles en su sitio web— confirman que apenas del 3.4 por ciento de la población de Nicaragua tiene acceso a internet.
Eso es muestra del rezago en el área de las telecomunicaciones en el país y que limita mejorar su competitividad productiva, comercial y de inversiones con respecto al resto de Centroamérica y ya no se diga en América Latina.
NO SE APROVECHAN BIEN
Usar las telecomunicaciones para innovar es un gran reto que enfrenta Nicaragua, concluye Cornelio Hopmann, especialista sobre las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC).
Si bien Nicaragua avanzó un puesto en el ranking entre 148 países y ocupa el puesto 124, sigue entre el grupo de naciones más atrasadas.
[/doap_box][doap_box title=”6.8 millones de celulares” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
[/doap_box]
“Lo que pasa es que los otros países avanzan más rápidamente y Nicaragua lo hace pero lentamente. Siempre queda, y cada vez más, retrasado. El asunto es simplemente que otros países tienen otra dinámica”, señala.
Su hipótesis sobre el rezago cada vez más pronunciado del país en las TIC (y la internet) “es el puro reflejo de las bases o de la estructura económica misma”.
Nicaragua ocupa este año el puesto 124 en el ranking de conectividad por internet entre 148 países, publicado por el Foro Económico Mundial. Avanzó un puesto, pero según el Informe Global sobre Tecnología de la Información 2014, es de los países con más rezago en la infraestructura de internet, la calidad de la educación y capacitación sobre todo para usar la tecnología de la información para crear nuevos productos y servicios.
SE USA PARA OCIO
De acuerdo con el informe, en Latinoamérica la conexión de internet se usa más para escribir correos electrónicos o mensajes personales y poco para crear nuevos modelos de negocios, mejorar las capacidades de las empresas existentes y tener un impacto económico global.
“Mientras otros países, dice Hopmann, tecnifican su producción, elevan la productividad y encadenan en los actores económicos en forma horizontal y vertical, Nicaragua solo expandió en forma vegetativa su economía, con algunos islotes de alta tecnificación en azúcar y minería, o sea cultivamos una economía, la que en esta forma solo persista en África subsahariana”, señala Hopmann.
Hopmann menciona a Chile como evidencia del efecto catalizador de maximizar el acceso a internet entre su población, sobre todo los niños y jóvenes en las escuelas, en el desarrollo económico. “En Chile, las familias con hijos en la escuela ya andan con más del sesenta por ciento con conexión en internet, y lo importante es que la cosa se traslada al uso individual, o sea al uso por casa”.
El especialista dice que el uso del internet en el contexto de la educación es una herramienta que se subestima en Nicaragua, cuando “ es el acceso a la biblioteca más grande del mundo”. “Es como hace 40 años cuando los padres, con ciertos recursos, le regalaron una enciclopedia a sus hijos, es el mismo efecto de abrir el mundo a los jóvenes”.
Hopmann enfatiza que no sirve, por ejemplo, mejorar el acceso de conexión de internet a las pequeñas empresas del sector comercio como en el Mercado Oriental, “porque no resultaría rentable, porque quien anda comprando en el Oriental no anda buscando ofertas en internet”.
Aprovechar el uso del internet está, dice, en cómo enseñar a los niños en Ometepe, por ejemplo, a que sus padres pueden encontrar información útil para mejorar la educación o sus oportunidades productivas. “Si el pequeño productor de carne encuentra cómo prepararse en nuevas técnicas, tiene efecto de un buen uso” del internet, dice.
Por tanto para Hopmann “no es la utilidad comercial a lo inmediato” lo que debe buscarse con ampliar la conexión de internet, “sino el impacto de formación de un pueblo” para futuro.
“Lo que quiero mostrar con estos ejemplos es que se tiene un efecto en la economía cuando hay una visión de los actores políticos, económicos y académicos, nada de fijarse solo en negocios, sino que cuando se usa las TIC como elemento para modernizar a toda la sociedad”, refiere. Lamenta Hopmann que esa visión en Nicaragua “nunca ha existido”.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 C ,2 C