Gloria Picón Duarte
“Te esperamos en dos años, cuando vayas a buscar nuestros votos”, fue la advertencia que Marina Bendless, miembro de la agrupación indígena Yatama, hizo a Rosario Murillo y al presidente inconstitucional Daniel Ortega cuando se retiraba de las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), donde minutos antes escuchó un “no ha lugar” al recurso de amparo que había interpuesto el 14 de marzo contra los magistrados del Consejo Supremo Electoral (CSE).
[/doap_box]
Horas antes de la resolución, 30 mujeres de Yatama, incluida Bendless, rompieron el portón principal de la CSJ y pasando sobre la seguridad interna se apostaron frente al edificio donde está ubicada la Sala Constitucional, en espera de la resolución, porque aunque adivinaban cuál iba a ser el resultado, querían una respuesta.
Casi a las 4:00 de la tarde, tanto Bendless como la diputada Nancy Elizabeth Henríquez escucharon de voz del magistrado Francisco Rosales declarar sin lugar el recurso de amparo que ellas habían interpuesto contra los magistrados del CSE, luego que estos alteraron una de las actas de una de las circunscripciones de Bilwi para darle mayoría al Frente Sandinista de Liberación Nacional.
En la resolución los magistrados indican que “no cabe el recurso de amparo, ni recurso alguno ordinario ni extraordinario en contra de las resoluciones en materia electoral que tienen que ver con el registro e inscripción de candidatos, proclama y nulidad de cualquiera de los cargos de elección popular”.
NO ACEPTARÁN RESOLUCIÓN
Después de escuchar la resolución, Henríquez le dijo a los magistrados de la Sala Constitucional que “es una vergüenza que no estén trabajando con transparencia y justicia”, porque el recurso interpuesto por ellas no es simple materia electoral y les recordó que hay una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que manda al Estado a resolver casos en elecciones regionales.
“No vamos a aceptar esta resolución, vamos a buscar nuestro derecho a nivel internacional, aunque de nada sirve porque ustedes son conocedores de que hay una sentencia que el Estado debe implementar al respecto sobre elecciones regionales y cómo se debe tratar a los pueblos indígenas, ustedes conocen todo, pero obedecen lo que les dicen, no hay justicia en la Corte Suprema de Justicia”, dijo Henríquez.
Al salir del edificio de la Corte, Bendless dijo que las “cosas no se van a quedar así” e invitó a que les envíen los antimotines a la costa Caribe. “Estábamos esperando ese documento, que miren que los miskitos tenemos derechos, que manden a los antimotines a la Costa, las mujeres con las mujeres y hombres con hombres, esto no se va a quedar así, que quede claro”, sentenció la mujer.
Bendless se refería a unos cincuenta antimotines y una cantidad similar de policías que llegaron a tomar el control luego que las mujeres rompieron el portón. Los policías convencieron a las mujeres para que una parte de ellas esperara la resolución en las afueras de la Corte.
Ver en la versión impresa las páginas: 12 A