Josué Bravo
Corresponsal / Costa Rica
Dolidos por la eliminación de Costa Rica ante la selección de Estados Unidos para la Copa del Mundo Francia 98, un grupo de aficionados ticos, en su mayoría hombres, tomó la drástica decisión de “renunciar” a su nacionalidad y “convertirse” en “nicas”.
Para ellos no hubo crítica más dura que el convertirse en nicaragüense. Según el libro Otros Amenazantes: los nicaragüenses y la formación de identidades en Costa Rica, en el diario La Nación del 8 de septiembre de 1997, un aficionado dijo que “con esta selección yo prefiero cambiar mi nacionalidad”.
En una de las fotografías publicadas por el medio, algunas pancartas de los ticos decían “Yo soy nica” y “Nosotros somos Nicas”, como una muestra de mostrar su desencanto.
17 años después, un chavalo producto de la inmigración nicaragüense llamado Oscar Duarte les está dando gloria a Costa Rica, al anotar el segundo gol con el cual este país derrotó el sábado 3-1 a Uruguay, en la Copa del Mundo que empezó en Brasil.
Para el sociólogo costarricense Carlos Sandoval, autor de Otros Amenazantes y del libro Fuera de juego. Futbol, identidades nacionales y masculinidades en Costa Rica; la participación de Duarte en la selección no está alejada del fenómeno migratorio y de las diferencias que por años han existido entre los dos países.
“Sí, la actuación de Oscar Duarte en la selección y el gol que anotó confirma la profunda relación que hay entre Costa Rica y Nicaragua”, destacó el sociólogo.
“Quizá su participación en la selección es un llamado de atención en el sentido de que nos invita a vernos desde una perspectiva de la gran cantidad de lazos que hay. Tanto que esa generación que vino como niño a Costa Rica ya protagoniza en un mundial de fútbol que en Costa Rica es muy celebrado”, añadió.
Duarte, nacido en Nicaragua el 3 de junio de 1989, emigró en 1994 con su hermana de 11 años y sus padres a Costa Rica, como parte de miles de nicaragüenses que cruzaron la frontera en busca de un empleo.
Aquí cultivó su pasión por el fútbol, una afinidad traída desde Catarina, Masaya, donde nació. Se formó y ha tenido un rápido ascenso desde su debut en Primera División con Saprissa en 2008 que no solo lo ha llevado a la selección, sino a jugar en un club de tradición de Bélgica, el Brujas.
El gol del sábado ha sido parte del arranque de ensueño que ha tenido Costa Rica en la Copa, al situarse en el grupo de la muerte junto con otras campeonas del mundo como Italia e Inglaterra. Además de provocar una celebración binacional, el gol de Duarte es considerado como una jugada perfecta de táctica fija por la FIFA.
Pero su mejor gol, según Sandoval, no es futbolístico sino cultural, y más que reivindicar a Duarte como nicaragüense o costarricense, “nos ha abierto una posibilidad para vernos de otra manera y eso solo con un espectáculo con tantos seguidores como es el fútbol, se puede dar”.
“Estos últimos años tan difíciles por las disputas entre los gobiernos. La participación de Oscar Duarte reitera que más allá de las diferencias y discrepancias, hay una gran hermandad que la ha ido haciendo esta nueva generación de muchachos y muchachas, que si bien nacieron en Nicaragua han hecho vida en Costa Rica”, señaló.
“La reacción costarricense ha sido muy positiva, el gol llegó en un contexto clave en un escenario difícil de imaginar (…). Eso es valioso en el contexto del parido, pero eso sin duda ofrece una gran posibilidad para recordar las miles de historia que hay de relación entre costarricense y nicaragüenses que muy a menudo pasan desapercibidas”, explicó.
El fútbol desnuda una realidad que el costarricense no ha querido ver. Su portero estrella, el mejor de la recién pasada liga española, Keylor Navas, se creció jugando fútbol con sus abuelos maternos en una zona rural de Pérez Zeledón, zona sur del país.
Keylor es parte del fenómeno migratorio pero a la inversa. La de los costarricenses que abandonan su país hacia Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades. Creció en Costa Rica mientras su madre trabajaba de niñera en ese país, una realidad que poco se comenta en Costa Rica.
La otra enseñanza la da Joel Campbell, delantero estrella de los ticos y ficha del Arsenal de Inglaterra, al ser parte de la comunidad afro caribeña que muy a menudo es vista con desdén en Costa Rica, según Sandoval, algo parecido con los inmigrantes nicaragüenses.
El académico de la Universidad de Costa Rica, Alberto Cortes, destaca como hermosa la historia de Duarte, “el primer nicara-tico en un mundial, así como hay muchos migrantes jugando en otras selecciones nacionales, aportando desde el mestizaje y la diversidad”.
Después del magistral gol de cabeza de Duarte el sábado, más de un tico le apuesta “al paisa” para que Costa Rica anote una vez más en el mundial.
Los memes en Facebook con la imagen de futbolista están circulando en las redes sociales, donde muchas veces ridiculizan la divergencia entre Nicaragua y Costa Rica. Hay organismos como el Servicio Jesuita para Migrantes, que aprovechan el momento para promover a los dos países como pueblos hermanos.