Inés Izquierdo Miller
Continuamos explicando el origen de algunas frases y palabras de nuestro idioma, que resultan muy curiosas, hoy hablaremos sobre la conocida expresión “darle margaritas a los cerdos”.
En realidad en este caso hubo un error de traducción al castellano, pues su origen es una cita bíblica (Mateo, 7:6), donde se explicaba cómo se pueden desperdiciar propósitos buenos en personas que no lo merecen. El error fue que la palabra original no era margarita sino la griega margaron y su traducción literal es perla.
Por tal razón se comienza a popularizar en nuestra lengua la expresión “darle margaritas a los cerdos”, en lugar de “darle perlas a los cerdos”, que es el significado original, y tiene más sentido porque es un desperdicio más grande.
Voy con otra palabra: alarma, que nos llega del grito de “¡Al arma!”, lanzado por los españoles, cuando custodiaban sus recintos amurallados y veían venir los invasores musulmanes, al final la expresión se convirtió en la palabra “alarma” con el significado que todos conocemos.
Por último les traigo Bluetooth, etimología clara en inglés “dientes azules”, saben por qué, debemos viajar al siglo X, cuando los reyes vikingos. Si miramos el logo de Bluetooth es una runa, y su traducción sería “H. B.”, esas son las iniciales de Harald Blatand, rey nórdico conocido como Harald “Dientes Azules”, porque era aficionado a comer arándanos y manchar su dentadura. Su logro fue unificar bajo el cristianismo a los territorios suecos, noruegos y daneses; de la misma forma que Bluetooth ayuda a unir diversos equipos electrónicos.
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