Josué Bravo
Corresponsal / Costa Rica
Costa Rica se ha vuelto a tirar a las calles a celebrar, pero esta vez con el corazón henchido y con mucho llanto de saber que por primera vez en la historia ha pasado a cuartos de final en un mundial de fútbol.
La rotonda de San Pedro, al este de la capital se ha abarrotado nuevamente de los colores de la bandera: Rojo, blanco y azul. Pero también en la plaza de la democracia, miles se reunieron ver el partido y luego a celebrar la histórica gesta.
En las calles del resto del país tampoco es la excepción. Cientos de miles de vehículos, cientos de miles de personas, cornetas, banderas y todo lo que puede ser alusivo a la selecciona se ha usado para celebrar.
Describir es abrumar en adjetivos calificativos, pero la victoria ha sido un escaparate porque el nicaragüense Oscar Duarte había salido del partido con dos tarjetas amarillas que cambió la escena de todo.
La familia de Oscar Duarte, el defensa nacido en Catarina que fue expulsado del partido por dos tarjetas amarillas, tomó con madurez el hecho.
“Estamos contentos, una celebración agridulce pero sabemos que es un equipo el que ha ganado. Lo de Oscar lo tomamos con mucha madurez”, dijo el padre del defensa Oscar Duarte Reyes, quien esta vez se mostró más discreto en sus declaraciones.
“Fue una falta táctica porque si no hacía la falta el griego se acercaba al área de gol y podía anotar”, añadió.
Los ticos siguen celebrando como nunca. Las bocinas de los carros parecen sonar con intensidad y la gente se vuelca a las calles.