Leonor Álvarez
El viceministro del Instituto Nicaragüense de la Pesca y la Acuicultura (Inpesca), Danilo Rosales, aseguró que el plan de reconversión de la pesca artesanal de langostas por un método más seguro, ha avanzado en un setenta por ciento, según declaraciones ofrecidas ante la Comisión de Asuntos Laborales y Gremiales de la Asamblea Nacional.
Hasta ahora han sancionado a cinco pescadores que realizan esta práctica, aseguró Rosales.
En otro tema, Rosales manifestó que la soberanía ya es “tangible” en el territorio restituido en el Mar Caribe, porque ningún país extranjero puede realizar faenas de pesca sin antes pedir permiso y licencias a Nicaragua.
Los países extranjeros pagan por una licencia de cinco años y un permiso anual de los recursos extraídos y su aprovechamiento.
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El plan de reconversión técnica y ocupacional para el buceo surge de la necesidad de erradicar el riesgo de las personas que pescan sin equipo necesario que garantice su seguridad, cuando se sumergen a las profundidades del mar en busca de langostas.
Rosales también dijo que los empresarios están poniendo mucho empeño en la transformación de la pesca de langosta. Según el funcionario, el cambio se evidencia en el setenta por ciento de la producción de langosta con trampa.
FUTUROS ENCUENTROS
Por su parte, el presidente de la Comisión de Asuntos Laborales y Gremiales, Alberto Lacayo, quien recibió al viceministro de Inpesca, dijo que se volverán a reunir en los próximos tres meses para valorar los resultados del plan.
Un estudio hecho en el 2010 por la Asociación Gallega y el Ministerio de Salud en la Región Autónoma del Atlántico Norte indica que unos 5,400 indígenas miskitos de la Costa Caribe de Nicaragua se dedican a la actividad del buceo desde 1990, pero lo más dramático es que más de doscientos están parapléjicos y lisiados por el síndrome de la descompresión, y unos mil tienen alguna incapacidad.
La Ley de Protección y Seguridad a las Personas dedicadas al Buceo (Ley 613), la cual prohíbe la actividad de buceo hasta el 2013, fue elaborada con el fin de buscar alternativas productivas a los pescadores de langosta que capturan este recurso a través de ese método.
El viceministro de Inpesca no quiso contestar si este período que establecía la Ley 613 hasta el año pasado será extendido al menos hasta 2015. Solo se limitó a decir que siguen avanzando en el plan.