Jerusalén/ EFE
Unas 190 viviendas y edificios han sido destruidos en Gaza desde el inicio de la ofensiva militar israelí “Margen protector”, que en su cuarta jornada ha causado 105 muertos (más de 60 civiles y 23 niños) y alrededor de 700 heridos, la mayoría civiles.
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La mayor parte de estas construcciones destruidas por la aviación y la marina de guerra israelí son viviendas privadas, informó el Ministerio de Interior de la Franja.
Este viernes, el bombardeo más grave se produjo precisamente contra una vivienda de la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, donde cinco miembros de la misma familia perdieron la vida en una acción sin previo aviso que según los vecinos destruyó completamente el edificio y varias propiedades aledañas.
El jefe del Ejército israelí, general Benny Gantz, indicó que las tropas están listas para la incursión terrestre y que solo están a la espera de la decisión política.
CRÍTICAS A ISRAEL
Desde la comunidad internacional e Israel se han escuchado críticas en los últimos días contra la estrategia seguida por el Ejército israelí de atacar viviendas de civiles bajo la justificación de que alguno de los residentes está vinculado al movimiento islamista Hamás.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció ayer la escalada del conflicto en la Franja y recordó a Israel que viola la ley internacional cuando bombardea áreas pobladas y especialmente viviendas.
“Hemos recibido informes muy preocupantes que indican que la mayoría de las víctimas civiles, incluidos niños, ocurrieron como resultados de bombardeos sobre casas. Estos informes levantan muchas sospechas sobre si Israel cumple la ley internacional”, dijo Pillay, citada en un comunicado.
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