El gobierno de Estados Unidos dejó claro el viernes que no apreciaba la reacción de las autoridades alemanas al descubrimiento de dos supuestos espías en su territorio, que llevó a Berlin a expulsar del país al responsable de los espías estadounidenses.
“La manera más eficaz de resolver las diferencias consiste en pasar por los canales privados establecidos, no por los medios de comunicación”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su primer comentario sobre la crisis diplomática de esta semana.
El gobierno de Berlín expulsó el jueves al responsable de los servicios secretos estadounidenses en Alemania, después de descubrir a dos presuntos agentes dobles que trabajaban para Washington.
“Unos aliados dotados de servicios de espionaje sofisticados, como Estados Unidos y Alemania, entienden con cierto grado de detalle lo que estas relaciones y actividades de espionaje implican exactamente”, declaró Earnest.
En privado, varios responsables de la administración estadounidense expresaron su irritación después de la decisión alemana de hacer pública la crisis diplomática. El portavoz de la Casa Blanca se negó a precisar si el responsable del espionaje estadounidense había abandonado ya territorio alemán.
El caso se produce después de varios meses de tensión diplomática entre Alemania y Estados Unidos relacionada con los métodos de espionaje de Washington, que según las revelaciones del exconsultor Edward Snowden, incluyeron la interceptación de las comunicaciones telefónicas de la canciller Angela Merkel.