Génesis Hernández Núñez
Durante la presentación del Informe de Gestión Anual del Instituto Nicaragüense de Energía (INE) ante la Asamblea Nacional, David Castillo, director ejecutivo de INE, dijo que esperaba que el proyecto hidroeléctrico Tumarín se “destrabara”, pero “si no va Tumarín, estamos trabajando Mojolka, estamos trabajando Copalar Bajo, hay una serie de proyectos que inversionistas están interesados en hacerlos”.
De Mojolka y Copalar bajo se ha hablado desde abril de 2001, cuando la consultora Sweco International, de Suecia bajo contrato del International Finance Corporation (IFC) del Banco Mundial, realizó el estudio “Nicaragua Assessment of Hydroelectric Generation Alternatives”, en el cual se seleccionaron los proyectos Copalar bajo, Tumarín y Mojolka como algunos de los más atractivos.
Según un documento del Ministerio de Energía y Minas, Copalar Bajo estaría ubicada en la cuenca del Río Grande de Matagalpa y Mojolka en la del Río Tuma.
Según Leonardo Mayorga, representante de la Asociación para las Energías Renovables y el Ambiente, aunque estos dos proyectos hidroeléctricos “son una alternativa de generación respecto a Tumarín, no se ha obtenido un desarrollador y esa es la diferencia: Tumarín tiene una ley para echarse a andar, un desarrollador asignado (Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua), posibles líneas de financiamiento y un proceso de negociación en marcha, las otras tienen que arrancar”.
Sin embargo, Mayorga señala que “Copalar Bajo es el esquema con menos impacto a la población” y de la que hay mayor información, pues según el perfil hidroeléctrico realizado por el Ministerio de Energía y Minas, una proyección hecha a octubre de 2013 indicó que el costo total de Copalar Bajo sería de 512,169,187 millones de dólares.
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