Josué Bravo
Corresponsal / Costa Rica
La asistencia de 5 diputados costarricenses del izquierdista Frente Amplio (FA) a la celebración sandinista del 19 de julio en Managua, genera polémica en Costa Rica entre quienes no ven adecuado este tipo de visitas partidarias a un país con el cual hay tensiones diplomáticas por conflictos fronterizos.
La presidenta y diputada del FA, Patricia Mora; los legisladores José Ramírez, Ronald Vargas, Jorge Arguedas y Ligia Fallas; anunciaron que estarán mañana en Managua celebrando el 35 aniversario de la Revolución Sandinista.
Según el jefe de fracción de este partido, Gerardo Vargas, ellos fueron invitados con gastos de tiquetes de avión y estadía durante 4 días por el partido de gobierno en Nicaragua.
El diputado Arguedas argumenta su participación porque lleva “esa revolución en el alma” al haber participado en la lucha contra Somoza cuando era joven, pero además porque son “más que hermanos y vecinos”, y la cercanía del Frente Amplio con grupos sociales que puede ayudar a retomar el diálogo entre los dos países.
El jefe de fracción del FA dijo que la presencia de los legisladores puede colaborar a la actitud de diálogo que tiene el presidente Luis Guillermo Solís, a pesar que desde campaña el nuevo gobernante de Costa Rica marcó distancia con Nicaragua por los conflictos limítrofes que se ventilan en la Corte Internacional de Justicia.
No es la primera vez que representantes de este partido asisten a la celebración, pero ahora la crítica es más feroz por las diferencias diplomáticas entre los dos países.
Incluso, hay cierta ambigüedad en la postura del Frente Amplio porque a inicios de año, en plena campaña por la presidencia, el candidato José María Villalta negó tener vínculos con los gobiernos de Nicaragua y Venezuela.
“Con Nicaragua nunca tendremos una relación normal si no respetan nuestra soberanía”, afirmó Villalta al referirse al conflicto fronterizo que aqúi llaman invasión a Isla Clero.
El diputado del Partido Liberación Nacional (PLN), Rolando González, asegura que este viaje demuestra que el FA es amigo del Sandinismo y del Chavismo, dos tendencias políticas latinoamericanas que los costarricenses rechazan y de las cuales los frenteamplistas intentaron sin éxito desmarcarse durante la reciente campaña electoral.
Otro crítico es el diputado del Partido cristiano Renovación Costarricense, Fabricio Alvarado, para quien esta participación de sus colegas es censurable porque demuestra que el Frente Amplio tiene relación con partidos de izquierda en la región, sobre todo con el gobierno sandinista, rechazado en Costa Rica porque consideran que en 2010 Nicaragua invadió su territorio cuando drenaba el río San Juan en su desembocadura.
La jefa de fracción del oficialista Partido Acción Ciudadano, considerado de centroizquierda, Emilia Molina, mostró su preocupación debido a la coyuntura actual de los dos países; mientras que el jefe de bancada del PLN, Juan Luis Jiménez, coincide en que el FA debió ser consecuente con la posición del gobierno de Solís de no aceptar invitaciones hasta que la Corte Internacional de Justicia resuelva los conflictos.
Otro diputado, el jefe de fracción del Partido Unidad Social Cristiana, Rafael Ortiz, no cree que esta visita de sus colegas ayude a mejorar las relaciones bilaterales y propuso que el vínculo con el gobierno sandinista debe limitarse al plano comercial y consular hasta que la Corte defina las diferencias.