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Franklin José Martínez, de 16 años, junto a sus padres, luego de ser liberado por la Dirección de Auxilio Judicial, donde estuvo detenido como sospechoso de la masacre a caravana del FSLN. LA PRENSA/Guillermo Flores

Adolescente salió “muy nervioso”, dice Gonzalo Carrión

Una vez afuera de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), Franklin Martínez, el menor de 16 años, detenido el domingo junto a otros tres, como sospechosos de la masacre de Las Calabazas, en Darío, se observaba "muy nervioso", expresó el director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión.

Elízabeth Romero

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Una vez afuera de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), Franklin Martínez, el menor de 16 años, detenido el domingo junto a otros tres, como sospechosos de la masacre de Las Calabazas, en Darío, se observaba “muy nervioso”, expresó el director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión.

El defensor de derechos humanos considera que la Policía actuó “con espíritu de venganza”, al no brindarles ninguna información sobre los otros tres detenidos pese a que por varias horas permanecieron junto a los parientes de estos en los portones de la DAJ.

Momentos antes de que Martínez fuera puesto en el portón principal de la DAJ, el secretario ejecutivo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, había informado que pese a que la familia no había acudido a ellos, dadas las circunstancias, habían solicitado a “un comisionado general” que dejaran en libertad al menor por su edad.

Aproximadamente una hora después, el menor fue dejado en el portón de la DAJ sin que alguna autoridad ofreciera una explicación.

Carrión consideró que los policías actuaron como “comisarios partidarios” al ignorar la demanda de la familia, que acompañados de ellos, pedían información de los detenidos, y esta actitud que califica de vengativa, la atribuye al hecho de que los denunciantes recurrieron ante esa organización.

Sin embargo, la familia obtuvo un poco de información por lo que les expresó el menor tras ser liberado, aunque Carrión asegura que fue poco lo que dijo, pues “el niño estaba totalmente nervioso, parece que lo presionaron para que no hablara”.

De lo poco que explicó el menor fue que ese día habían viajado a Managua para acudir a la Plaza de la Fe.

Por su parte, el abogado de la CPDH, Pablo Cuevas, quien entrevistó al niño en presencia de sus padres indicó que únicamente observó unos rasguños en las manos del menor, que probablemente fue cuando los detuvieron porque él indicó que al momento de la captura los tiraron a la tina de una camioneta. Esto según Cuevas, “es típico” de los uniformados.

En la CPDH el adolescente refirió que “a él no le hicieron nada, ni lo coaccionaron. Sí le preguntaron si ellos habían sido los que le tiraron piedra a los buses y eran del grupo Tres H”, manifestó Cuevas.

Además, aseguró que observó cuando a Erick Salgado los uniformados le dieron dos puñetazos en la costilla derecha. No así a los otros dos capturados.

Nacionales asalto Caravana FSLN violencia archivo

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